La elección de una niña de 7 años como reina de la batería de una escuela de Samba que desfilará en el Carnaval de Rio de Janeiro, una posición que normalmente ocupaban las mujeres más sensuales del momento, está provocando polémica en Brasil.
La pequeña Júlia Lira, de 7 años, hija del presidente de la escuela de samba Viradouro para la que desfilará, respira samba despertando la admiración entre quienes la han visto bailar.
La reina de la batería es el más codiciado puesto de las bellas en los desfiles, muchas veces ocupado por una diva o renombrada símbolo sexual, que antecede con sus pasos a la banda de percusión en los desfiles. "Fue una elección excelente y perfecta colocar a una niña linda, pura y delicada en el mismo cargo que ya fue de Luma de Oliveira y Juliana Paes (símbolos sexuales en Brasil) es fantástico", declaró el escenógrafo Edson Pereira, citado por la escuela en su página de internet.
Descartó que la escuela quiera hacerla presentarla como mujer o vestirla con ropas sensuales. Pero el Consejo de Defensa de los derechos del Niño no opina igual y presentó un pedido ante la justicia para que la menor sea impedida de ejercer de reina, afirma la revista Epoca de este domingo.
"No nos oponemos a que los niños participen del Carnaval, pero sí a que ocupen esa posición, que fomenta la imagen sexual de niñas y adolescentes. Lo que se pretende es poner a una niña en un puesto que tiene una alta connotación sexual", afirma el presidente del Consejo protector de los menores, Carlos Nicodemus.
Los padres de la niña, citados por Época, aseguran que "nació" para el Carnaval y la samba. La pequeña de largos cabellos castaños frecuenta la escuela de baile desde los dos años, cuando el padre se convirtió en el presidente, y desde entonces desfila a su lado todos los años.
"A ella le gusta la platea, cuanto más gente mejor", dijo a la revista su madre, la policía civil Monica Lira.
AFP
