Toda autoridad ministerial que se precie de democrática y de actuar bajo la discusión establecida en la ley, mediante la consigna de "buena Fe", primero debate en la mesa correspondiente de negociación poniendo todas las cartas sobre la mesa, es decir: las definiciones salariales, propuestas de modificación de funcionamiento del sistema, presenta los argumentos teóricos y pedagógicos que puedan ser fundamentos para cualquier modificación que se proponga encauzar, insta a la formación permanente de grupos de discusión entre representantes de ambas partes.
Pero si reunida durante meses la comisión de Diseño Curricular de Nivel Primario en la cual no se expresa una sola palabra y ni siquiera queda afirmado en el documento a debatir en las Escuelas sobre "una hora más de clases", se lanza luego mediáticamente esa "propuesta" minutos antes de empezar la discusión en las Escuelas, como "el no hay plata”, no habla bien de la "BUENA FE".
La única y primaria reacción que se puede pensar es que existe una actitud provocativa. Lo primero que se observa es que el responsable primario de garantizar las condiciones dignas de trabajo para el buen funcionamiento del sistema educativo, no respeta a las Instituciones, a los trabajadores y a una sociedad que espera, después de un año tremendamente difícil, como el 2009, reuniones permanentes e incesantes para resolver todos los problemas que puedan existir y no que se expresen, a través de los medios, definiciones casi terminantes e imperativas y hasta amenazantes.
Ingresar con prudencia, sin agresiones, con debate frente a frente, poniendo la cara en todos los espacios con el gremio y con el debido proceso que garantizan el funcionamiento democrático de las Instituciones, tanto en el Colegiado del Consejo Provincial de Educación como en el ámbito de la Paritaria, era lo mínimo que se esperaba.
No ocurrió así de parte de las autoridades educativas provinciales. ¿Qué son estos espacios, como otros lugares colegiados, si no, los que define la Ley y la Constitución para debatir y avanzar para el mejor funcionamiento del Sistema Educativo con todo lo que ello implica?
Sin embargo no se esperó ninguno de esos espacios para debatir y buscar alternativas. Sólo se hicieron provocativamente, los anuncios y anticipos mediáticos. La pregunta que cabe es ¿por qué?
Las respuestas posibles son variadas, desde el internismo entre ministros de Educación y de Economía hasta las estrategias de pretender usar la reacción para conseguir más financiamiento nacional e internacional, pasando por el endeudamiento cada vez mayor que genera un futuro incierto, y que, en lugar de encauzar seriamente las discusiones, las reuniones y las alternativas en los espacios permanentes de discusión que ya han sido establecidos, los ignoran en detrimento de la representación legítima del conjunto de la docencia escudándose en falsas argumentaciones que sólo sirven para legitimar sus acciones.
Una vez más se deja perder el tiempo y se vacían los espacios.
Por Héctor Roncallo
Vocal Gremial Docente Consejo Provincial de Educación