La protección del sol ante las altas temperaturas es fundamental en los primeros meses de vida y los especialistas hacen hincapié en la necesidad de evitar la exposición solar durante las horas de máxima radiación, entre las 11 y las 16.
Lorena Romano, pediatra del Sanatorio de los Arcos, indicó que es necesario que "los chicos usen sistemáticamente prendas de protección como gorros de ala ancha, viseras, camisetas y lentes", para evitar que los dañen los rayos solares.
Romano destacó en el informe que es importante poner a los bebés fotoprotectores que los resguarden de un 96% de los rayos del sol "y aplicarlos generosamente, como mínimo 30 minutos antes de la exposición". La especialista aconsejó "escoger una fórmula de crema protectora del sol diseñada para cuidar la piel del niño, con un alto factor de protección solar, resistente al agua y eficaz frente a la radiación ultravioleta", que debe ser reaplicada "cada dos horas".
A los niños no hay que ponerles colonias ni otros cosméticos sobre la piel cuando están al sol, ya que "podrían llegar a provocar una reacción fototóxica", advirtió.
La pediatra señaló que "la aplicación de la crema protectora del sol debe ser completa y pareja, eso incluye cara, labios, manos pies, cuello y orejas".
Con las altas temperaturas "hay que mantener un adecuado grado de hidratación oral del niño, que es más importante cuánto menor sea", indicó.
Romano explicó que los rayos ultravioletas son más fuertes al aumentar la altitud, por lo que recomendó poner especial atención a los niños en las zonas montañosas.
El pasto, la tierra, el agua, la nieve, la arena y la espuma de mar reflejan desde un 10 hasta 80% de la radiación ultravioleta", puntualizó.
La profesional aclaró que "el uso de protectores solares no previene la insolación" e insistió en que "hay que controlar que el chico ingiera agua en cantidad suficiente, para que permanezca bien hidratado". El Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) alertó que se debe estar atentos tanto en niños como en los adultos a los síntomas de golpe calor que, si son detectados a tiempo, reducen en un 70% la mortalidad.
El golpe de calor, que puede comenzar con un dolor de cabeza ante la exposición a las altas temperaturas, se caracteriza por cuadros de fiebre alta y un compromiso neurológico evidenciable en irritabilidad, conducta extraña, agresividad, alucinaciones, pérdida de conocimiento y coma.
Los adultos mayores de 65 años y los niños menores de 3 deben tener mayor cuidado porque a esas edades el cuerpo tiene una menor capacidad de responder a los cambios de temperatura.
Mariano Benzadon, jefe de Terapia Intensiva del ICBA, sostuvo que "es importante tener especial cuidado con los ancianos y los bebés y niños pequeños ante las altas temperaturas".
Benzadon indicó que "adoptando algunas precauciones seguramente se podrá disfrutar del verano de manera más segura y saludable".
Además, "hay que evitar hacer actividad física en las horas de mayor temperatura y se debe usar ropa apropiada, delgada, suelta y de colores claros", subrayó.
"Hay que protegerse de los rayos solares debido a que las quemaduras del sol impiden al cuerpo enfriarse adecuadamente", dijo el especialista y apuntó que es conveniente "permanecer en lugares con aire acondicionado o frescos y evitar las comidas calientes o pesadas".
Télam