VILLA LA ANGOSTURA (AVAL)) - Los dos sospechosos del crimen de Pedro Óvalos, el remisor asesinado de 13 puñaladas el lunes, no reconocieron los hechos que se le imputaron y se negaron a dar mayores precisiones. Ayer por la mañana en el edificio del Juzgado Multifueros el juez Jorge Videla junto a los fiscales Juan Pablo Balderrama y Adrián De Lillo tomó declaración indagatoria a los dos imputados en la causa por "homicidio simple".
Según informaron fuentes judiciales, uno de ellos, el remisero sospechado, sólo se limitó a decir que la noche del crimen estaba trabajando y que escuchó el llamado de auxilio de Ávalos por la radio cuando trasladaba a un pasajero hacia el barrio El Mallín. El otro, un changarín y empleado, dijo que en los cinco años que residía en la localidad jamás había conocido a la víctima. Luego aseguró que no declararía y no se admitió ninguna pregunta. Cabe recordar que unos 20 minutos antes del crimen desde el celular del acusado se registró una llamada al teléfono personal de Ávalos.
En principio el changarín está imputado como autor material del hecho y el remisero como "partícipe necesario por facilitar información de la víctima". La figura es más que encubrimiento y cómplice, "tiene casi la responsabilidad de un autor", indicó una fuente vinculada al caso.
Antes y después del crimen se registran varias llamadas telefónicas entre ambos sospechosos. El remisero se presentó con la defensora oficial, Alejandra Pacheco y el otro acusado con un abogado particular.
