SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Durante la última década las obras sociales acumularon una deuda de 6.273.000 pesos con el hospital "Ramón Carrillo", situación que contribuye en forma significativa con el desfinanciamiento de la institución.
Las obras sociales estatales lideran la lista morosos: PAMI e Ipross concentraron el 60% de la facturación correspondiente al 2009 y el 55% del 2008, números que se traducen en similares proporciones en la cantidad de pacientes atendidos.
Entre el 2001 y el año pasado el nosocomio facturó 8.262.447 pesos pero solo logró cobrar 1.989.420 y no hay una proyección de pago cierta sobre el monto pendiente. Esa facturación es manejada por el Fondo de Obras Sociales que el año pasado prometió transferir unos 270.000 pesos que formaban parte de la deuda recuperada, compromiso que hasta la fecha no se cumplió.
En 2009 la brecha entre los servicios médicos prestados y los efectivamente cobrados se achicó a menos de la mitad, ya que las entidades sociales en conjunto cancelaron 559.000 pesos sobre una facturación de 891.000, pero no hubo novedades sobre la millonaria deuda anterior.
En cambio sí se acreditaron los 500.000 pesos enviados como refuerzo por la Nación durante la epidemia de gripe A, H1N1, que estuvieron congelados durante más de seis meses por problemas administrativos.
El dinero fue acreditado a la Asociación Cooperadora del "Ramón Carrillo" que, en un medio acuerdo con la conducción del hospital, accedió a invertir la mitad en "gastos de funcionamiento", lo que se tradujo en medicamentos, y la otra mitad en equipamiento.
La directora del Hospital, Susana Rodríguez, lamentó que esa definición les impidiera adquirir los insumos y equipos que se necesitaban para terapia intensiva.
En la última reunión del Consejo Local del Salud, los médicos defendieron el desempeño del nosocomio y la atención brindada pese al severo ahogo financiero y la falta de recursos humanos que soportan.
El jefe del DAPA, Guillermo Di Lisio, detalló que desde el 2005 a la fecha el "Ramón Carrillo" recibió un promedio anual de 6.000 internaciones entre adultos y niños, mientras que la sala de Pediatría por sí sola atendió unas 1.000 internaciones y la terapia intensiva pediátrica llegó a las 100 internaciones por año.