Un periodista extranjero se preguntaba con extrañeza, durante una reciente visita a Costa Rica, por qué los ciudadanos viven encerrados en lo que parecen ser jaulas si el país es un modelo de paz y democracia. El visitante se refería a la apariencia de las viviendas y edificios de la capital, protegidos por casi impenetrables verjas de hierro, alambradas eléctricas e incontables medidas de seguridad.
Es que el principal problema que enfrenta el país, el gran desvelo de sus ciudadanos cuando son abordados en encuestas, es el deterioro de la seguridad debido al cada vez más creciente nivel de delincuencia.
Tradicionalmente apacible, desde hace varios años la pequeña nación es sacudida a diario por noticias de asesinatos, asaltos, y hechos violentos. (AFP)