WASHINGTON .- La perspectiva de empleos se volvió menos sombría con la caída inesperada de la tasa de desempleo, que fue del 9,7% en enero comparado con 10% el mes anterior. El presidente Barak Obama consideró la noticia motivo de esperanza, pero sin dormirse en los laureles.
El Departamento de Trabajo dijo que la tasa bajó de su nivel anterior del 10% porque el número de personas con empleo aumentó en 541.000, según la encuesta de hogares.
El departamento revisó además sus cálculos anteriores de empleo para indicar que el achicamiento del mercado laboral desde la Gran Recesión ha sido mucho peor que lo anunciado anteriormente. La economía ha destruido 8,4 millones de puestos de trabajo desde que comenzó la recesión en diciembre del 2007, frente al cálculo anterior de 7,2 millones.
Fue la mayor pérdida de empleos en cualquier recesión, en proporción a la cifra total de empleo, desde la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la cifra de noviembre fue enmendada en alza, con un incremento de 64.000 empleos. Inicialmente fue reportada como un avance de 4.000 empleos.