Viernes 05 de Febrero de 2010 > Deportes
El gol cumple 100 años
"Cañoncito", el único sobreviviente de la final del Mundial del '30 en Uruguay y el segundo goleador de Boca en la historia del profesionalismo, celebra un siglo de vida. Por Jorge González.

El  histórico goleador de Boca Juniors y único sobreviviente de la  mítica final del primer campeonato Mundial de Fútbol jugado en  Uruguay, en 1930, Francisco "Pancho" Varallo, cumple hoy cien años  de vida.  

El mítico "cañoncito” Varallo vive en La Plata, la ciudad que  hace dos años los declaró "ciudadano ilustre” y que ahora tiene  previsto rendirle varios homenajes, entre los que figuran imponer  su nombre a una de sus arboladas calles.  

Varallo fue el futbolista más joven que jugó la final del  Mundial de Fútbol de 1930, disputada entre Uruguay y La Argentina,  y que concluyó con el éxito charrúa por 4 a 2, en el Estadio  Centenario.  

"De la final con los uruguayos no me quiero acordar de ninguna  manera, porque ellos nos ganaron con prepotencia. Teníamos un gran  equipo, pero algunos jugadores aflojaron en el segundo tiempo y  perdimos un partido increíble”, dijo recientemente "Pancho".  

Era dueño de una notable pegada, por lo que los hinchas de  Boca lo apodaban "cañoncito”, aunque los rivales le decían  "burro”. Sin embargo, él siempre estaba en el área y mandaba la  pelota a la red.  

Fue "entreala derecho”, como se decía en ésa época, y después  centrodelantero. Fue el máximo goleador del campeonato de 1934,  cuando formó un ataque notable de Boca Juniors junto con su amigo  Roberto ”Cabecita de oro” Cherro.  

"Pancho” Varallo no sólo fue el ícono de Boca Juniors -con la  camiseta auriazul conquistó los títulos de 1931, 1934 y 1935-,  sino que también jugó en Gimnasia y Esgrima La Plata -fue campeón  de primera división en 1939- y en el seleccionado nacional, donde  logró el campeonato sudamericano de 1937, además de haber sido  subcampeón mundial en Uruguay en 1930.  

En 1994 fue galardonado por la FIFA con la "Orden del Mérito”  y el 18 de diciembre de 2008, a los 98 años, fue declarado  ciudadano ilustre de La Plata  

Varallo era el mayor goleador de Boca Juniors en la era del  profesionalismo con 193 goles, aunque Roberto Cherro es el máximo  anotador de todos los tiempos con 222, pero apareció otro  platense, Martín Palermo, para destituirlo al marcar 214 tantos.  

El 5 de febrero de 1920, en un humilde hogar de Los Hornos,  donde vivían Pedro Varallo y Teresa Yatorno, nació Francisco  Antonio, el tercer hijo de la pareja.  

La pelota iba a ser la compañera de "Panchito” en esas tardes  de pibe y pese a la resistencia paterna y desoyendo los consejos  maternos, se inscribió en el club Ferro Carril Sud, ubicado en las  calles 64 y 27, de La Plata, para "jugar al fóbal”, como se decía  en esos tiempos.  

Sus padres no estaban de acuerdo que practicara "un juego tan  brusco”, pero él no dio el brazo a torcer y luego de un fugaz paso  por Ferro Carril Sud logró incorporarse a 12 de Octubre, que  militaba en la Liga Platense. La decisión la tomó, según contaría  después, porque allí jugaban sus tíos.  

En su debut en primera marcó el gol del triunfo (1-0) frente  al equipo de Muelles y Depósitos de Ensenada. Fue el comienzo de  una brillante carrera futbolística que lo llevó a tener una prueba  en Estudiantes de La Plata, donde en un partido le marcó 3 goles a  Estudiantil Porteño (4-0), pero cuando lo dirigentes "pinchas”  pidieron cotización encontraron la negativa de 12 de Octubre.  

Como la mayoría de los directivos de este club eran hinchas de  Gimnasia y Esgrima La Plata aceptaron que "Panchito” se probara en  el Lobo donde en el primer partido, jugando para la tercera, le  marcó 8 goles a Rioplatense en la goleada de Gimnasia por 9 a 0.  

No hubo nada más que hablar. El pase de "Panchito” a Gimnasia  costó 500 pesos y la construcción de una tribuna para 12 de  Octubre.  

Varallo fue jugador de Gimnasia y Esgrima merced a este  acuerdo y percibía un sueldo de 10 pesos y 5 de viáticos. Allí  logró el título el 9 de febrero de 1930 cuando Gimnasia le ganó a  Boca Juniors 2 a 1 la final que se jugó en la cancha de River  Plate, ubicada en Alvear y Tagle.  

En el conjunto "mens sana” tenía como compañeros a jugadores  de la tallas de Felipe Scarpone, Julio Di Giano, Eduardo Delovo,  José María Minilla, Miguel Curell y Juan Santillán, entre otros, y  el día que Gimnasia logró el título, "Panchito” recibió 100 pesos  de premio.  

Su debut en el seleccionado nacional se produjo el 15 de mayo  de 1930, cuando convirtió el gol del empate ante Uruguay (1 a 1),  en un partido que se jugó en la cancha de San Lorenzo por la Copa  Newton.  

Las buenas actuaciones le valieron la convocatoria para el  Mundial que se jugó en Montevideo y allí, además de jugar al  fútbol, tuvo vida social porque conoció a Carlos Gardel, con quien  compartiría en Buenos Aires noches de canto en los principales  clubes nocturnos de la época.  

Después del Mundial de Uruguay, Varallo fue adquirido por Boca  Juniors, que aceptó pagarle 10.000 pesos de prima y 800 pesos por  mes- en Gimnasia cobraba 10 pesos por mes y 5 de viáticos-, pero  él no quería aceptar la transferencia porque decía que la gente  del Lobo se iba a "enojar" con él.  

Los argumentos de Boca y su padre- que actuó de representante-  fueron contundentes y con ese dinero se compró una casa en La  Plata, ubicada en 60 y 25, donde vivió casi toda su vida y tenía  una agencia de quiniela y lotería.  

Sin embargo, "Panchito” Varallo la pasó mal porque los hinchas  de Gimnasia lo insultaron y hasta le apedrearon la casa, por lo  que decidió mudarse a Buenos Aires y se instaló en el Hotel  América, ubicado en Bernardo de Irigoyen y Brasil, que era el  lugar donde se juntaban los jugadores de Boca antes de los  partidos.  

Pero como "Panchito” venía desde La Plata y en esta zona  céntrica había mucho ruido decidió mudarse a otro hotel ubicado en  la Avenida de Mayo, donde en el segundo piso se presentaba todas  las noches Azucena Maizani y él, como tenía” alma tanguera”,  aprovechaba para ir a escucharla cantar.  

Varallo debutó en Boca Juniors en un partido frente a  Chacarita Juniors(0 a 0) el 31 de mayo de 1931, pero recién pudo  convertir su primer gol en la cuarta fecha ante Ferro Carril Oeste  (2 a 1) sobre la hora.  

Repitió al domingo siguiente ante Independiente (3 a 2) y  debido a que sus goles eran en el último instante, los periodistas  de la época lo apodaron "gol de la agonía”.  

Junto con Roberto Cherro compuso una dupla de ataque  excepcional, ya que ambos convirtieron muchos goles en Boca. 

Lamentablemente, jugando para el seleccionado nacional, se  lesionó en un partido contra Chile en Montevideo.  

Un defensor trasandino le dio una patada en la rodilla  izquierda, que se le inflamó, pero siguió jugando. Ya en el  campeonato local, cuando enfrentó a San Lorenzo, otra vez llegó la  lesión que lo marginó de las canchas.  

En 1937 "Pancho” Varallo estaba en cama durante la semana y se  levantaba el sábado para jugar el domingo, pero así no podía  seguir por lo que decidió operarse.  

Pasó el tiempo y no pudo volver a las canchas, hasta que en el  verano de 1940 anunció su retiro definitivo del fútbol.  

Le quedó el recuerdo de que en su último partido, el 8 de  diciembre de 1939, en la cancha de River Plate y por la Copa  Adrián Escobar, Boca le ganó a Huracán 2 a 0 y él convirtió un  gol.  

En 1996, en un reportaje que concedió a la revista El Gráfico,  "Pancho” Varallo dijo: ”El placer más grande que tuve en mi vida,  fue jugar en Boca Juniors”. 

En los últimos tiempos recibió innumerables homenajes de Boca,  de Gimnasia y de todo el ambiente del futbol. La FIFA lo  distinguió, conoció a Platini, Puskas, Pelé, se abrazó con Di  Stéfano y fue nombrado además Ciudadano Ilustre de Buenos Aires,  pero después de cada ceremonia siempre volvía a su casa de 60 y  25, la misma que había comprado cuando se produjo su pase a Boca. 

Télam.


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