El 13 de enero mi novia sufrió un grave accidente automovilístico por el cual ingresó al hospital con traumatismo de cráneo y múltiples fracturas costales y de una vértebra. Gracias a Dios ya está fuera de peligro.
Quiero contarles a los lectores nuestra experiencia para que sepan que en el hospital hay profesionales de alta calidad no sólo académica sino también humana. Nosotros somos los dos médicos y pensábamos que estábamos acostumbrados a estas cosas, pero cuando se vive la experiencia como paciente es muy distinto.
Apenas mi novia sufrió el accidente, la ambulancia la trasladó muy rápidamente a la guardia del hospital Castro Rendón, donde se le realizaron las primeras atenciones con mucha idoneidad y estudios de imágenes y de laboratorio. Luego de ser evaluada por traumatólogos y cirujanos, quedó internada en el servicio de Cirugía.
Gracias a los enfermeros, camilleros y médicos de guardia y a los doctores Román, Gibelini, Acuña, Escudero, Palacio, Leiva, Sepúlveda, Mantilaro, Sauthier, Illañes y Gordillo. Gracias a mis compañeros del servicio de Anestesiología del hospital, que nos acompañaron en todo momento, y al Dr. Alejandro Schroeder, director de la clínica donde trabaja mi novia, que siempre estuvo al tanto de lo que ocurría y se brindó muy amablemente. No quiero olvidarme de nadie, gracias a todos los que estuvieron con nosotros en este difícil momento.
Ignacio Contini, DNI 27.320.217 - Neuquén