SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB)- El intendente, Marcelo Cascón, considera agotadas las instancias de negociación con la empresa concesionaria del puerto San Carlos y encomendó a sus colaboradores que inicien el proceso de rescisión del contrato. La concesión está a cargo de Emprendimientos Bariloche, que acumula una deuda de cánones impagos por 1.540.000 pesos y un sinnúmero de incumplimientos en materia de obras e inversiones, que le acarrearían multas importantes.

Desde el inicio de su gestión -en junio de 2008- Cascón mantuvo varios encuentros con los dueños de la empresa en el intento de reactivar el complejo. Dijo que más de una vez le llevaron proyectos y "desplegaron planos", pero nunca hubo decisiones concretas. A su juicio, no existe voluntad real por mejorar la fisonomía y cumplir los compromisos.

"Por el camino del diálogo no hemos avanzado nada -dijo ayer Cascón-. En consecuencia esta semana le pedí al asesor letrado (Sergio Dutschmann) que avance con la aplicación de las sanciones previstas y con el proceso de rescisión del contrato".

El puerto San Carlos está ubicado frente al Centro Cívico y a pesar de su aspecto ruinoso, las dársenas y playones son recorridos a diario por cientos de turistas.

Fue construido hace 20 años por EB bajo concesión municipal, con derecho a explotación posterior. Pero la obra quedó inconclusa y nunca cumplió el objetivo de funcionar como terminal de excursiones lacustres y sus dársenas sólo sirven hoy para las operaciones de Prefectura y para el amarre de unas pocas embarcaciones particulares.

El edificio principal de dos plantas (que hoy albergan una pista de hielo y una sala para recitales de rock) está complementado con un espigón a medio hacer, que ya presenta serias roturas por el embate del agua.

Durante años el municipio intimó a la concesionaria para que arregle el espigón y complete el resto de las obras, o al menos que parquice el predio, lo señalice y lo ilumine. La empresa alegó siempre la imposibilidad de realizar cualquier nueva inversión el puerto si el Estado no le garantiza un aumento en el movimiento de embarcaciones. Cascón recordó que esa cláusula existió en el contrato original pero fue eliminada en la renegociación de 1996 y desde entonces la explotación del puerto es un emprendimiento comercial "a riesgo".