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	La jueza Bosco había comisionado al oficial ahora cesanteado para que colaborara en un caso que involucraba a varios policías.

El secretario de Seguridad de la Provincia, Marcial Peralta, declaró cesante al oficial subinspector Alejandro Gabriel Ormeño, por considerar que cometió una falta "gravísima" al no acatar el traslado a Bariloche, decisión que el policía se negó a cumplir por estar en ese momento adscripto a una investigación que sustanciaba la jueza de Instrucción de Choele Choel, Marisa Bosco, y que involucraba a policías del Valle Medio en presunta connivencia con una red de trata de personas para obligarlas a ejercer la prostitución.

La resolución de Peralta trascendió ayer, aunque tiene fecha del 18 de enero, y confirma el dictamen que la plana mayor de la Policía había adoptado a fines del año pasado, recomendando a las autoridades políticas la remoción del oficial.

Ormeño fue adscripto por la jueza Bosco en diciembre de 2007 a la investigación del expediente 14860/07, situación que el propio secretario Peralta consigna en los considerandos de la resolución, añadiendo que ello fue notificado por la magistrada por oficial al jefe de la Unidad Nº 8 de Choele Choel. No obstante, el funcionario priorizó el hecho de que -cuando el 1º de enero de 2008 se le notificó a Ormeño de su traslado a Bariloche- éste firmó el acta y que recién invocó la causal de justificación cuando se lo intimó el 7 de febrero de 2008 a cumplimentar su traslado o a informar qué se lo impedían.

La información sobre la adscripción de Ormeño había sido efectuada a las autoridades policiales en diciembre por la jueza, y reiterada el 14 de enero y el 6 de febrero. No obstante, la Jefatura continuó con la instrucción del sumario contra el oficial y dispuso la retención de haberes desde mayo de 2008.

Ayer, consultado por este medio, Ormeño adelantó que, con el patrocinio de su abogado, el viedmense Juan Carlos Chirinos, presentará un pedido de reconsideración de la cesantía, que él considera "una persecución que buscó entorpecer no sólo mi tarea profesional sino también la labor jurisdiccional que llevaba adelante la jueza Marisa Bosco en un expediente en el que algunos policías estaban siendo investigados. Más allá de la grave afectación personal y familiar que he sufrido -y que buscaré reparar a través de un juicio laboral y civil- estoy tranquilo porque soy un oficial que ha cumplido su labor con honestidad. No soy yo quien debe temer, sino aquellos que no actúan de igual modo", dijo.