Jueves 04 de Febrero de 2010 Edicion impresa pag. 36 > Deportes
Del cielo cayó hasta el bendito triunfo
Boca se sacudió la mufa y venció a Lanús por 3-1. Román se enchufó en el ST para hacer la diferencia.

Aún para el conflictuado Boca, siempre que llovió paró. Anoche, justo cuando el cielo amenazaba con venirse abajo, aparecieron en escena las figuras y por eso el xeneize sumó su primera victoria del campeonato. El equipo de Alves encontró la victoria ante Lanús (3-1) en el inicio del segundo tiempo, cuando JR Riquelme volvió a brillar.

El partido arrancó bajo una lluvia torrencial y con un campo de juego que anunciaba complicaciones para ambos. De todas maneras Lanús pareció siempre afirmarse mejor, a pesar de que empezó abajo en el marcador.

A los 6 Gonzalo Castillejos avisó con un cabezazo que pasó muy cerca. Pero cuando nada lo hacia prever, el xeneize anotó el primero. Sobre los 12 Nicolás Gaitán envió un centro venenoso desde la derecha, la tomó Gary Medel, tocó para Gabriel Paletta que se la devolvió al mejor estilo Riquelme, y el volante chileno la cacheteó a un costado de Marchesín para estampar el 1-0.

Ni la ventaja logró soltar a un Boca, que le costó mucho en ataque y en defensa continuó con la misma fragilidad de los últimos tiempos. A los 25 el Pato le sacó el gol a Diego Lagos, que le pegó cruzado entrando desde la derecha. Lanús se venía por los costados y parecía que Boca no lo iba a poder aguantar.

Recién pudo acercarse al arco visitante sobre los 34 cuando JR acarició un tiro libre que se fue besando el palo derecho de Marchesín.

Lanús continuó intentando con la habilidad de Sebastián Blanco y la presencia siempre amenazante de Castillejos, que sumada a las flaquezas defensivas del local, hacían presagiar la llegada del empate.

La igualdad se materializó a los 41 cuando Blanco le robó la pelota a un Ibarra que deja cada vez más dudas, mandó el centro y Castillejos le ganó al juvenil Muñoz para el 1-1. Sí, otro gol de cabeza, horas después de las declaraciones de Abbondanzieri.

Boca terminó el primer tiempo en un mar de dudas, pero en el arranque del segundo pareció otro equipo. Al minuto Marchesín le ahogó el grito a Gaitán (el mejor), pero nos pudo hacer nada unos segundos después cuando el propio delantero hizo una gran pared con Riquelme y le entregó la pelota a Palermo para que ponga el 2-1.

Enseguida el xeneize pudo ampliar, pero nadie logró empujarla luego de una serie de rebotes en la boca del arco. A los 10, a la salida de un corner, Erbes metió el tercero. Ya con la diferencia el local se tranquilizó y pudo aumentar la diferencia, pero a veces pecó de displiscente. Igual, el cielo dejó caer una gran alegría.

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