SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La directora del hospital zonal, Susana Rodríguez, sostuvo que la situación operativa y financiera de la institución "es grave" y que está en conocimiento del Ministerio de Salud provincial.
"Uría también dice que es grave" aseguró la médica durante la reunión del Consejo Local de Salud realizada ayer, que tuvo pasajes de tenso desencuentro entre las autoridades del nosocomio y los representantes de las instituciones políticas e intermedias de la ciudad. La carencia de recusos y personal obligó a las autoridades a recortar la admisión en algunos servicios cuya capacidad de atención no da abasto.
Entre los aspectos más delicados se señaló la magra asignación que recibe el mayor centro de salud rionegrino, que en enero ascendió a 600.000 pesos. El equipo médico y administrativo de la institución solicitó una partida mensual mínima de 1.300.000 pesos, cuya asignación es incierta en el marco de indefinición que sostiene el gobierno provincial, que prorrogó el presupuesto 2009.
El "Ramón Carrillo" arrastra una deuda de 1.800.000 pesos del año pasado que deberá amortizar con los magros recursos que recibe por mes. El representante de juntas vecinales, Daniel Zúñiga, destacó la necesidad de convocar al gobierno municipal y las fuerzas vivas de la ciudad de para reclamar recursos advirtiendo a Rodríguez que "me parece que esta situación la supera". En ese marco se resolvió citar a la ministra Uría para que rinda cuentas ante el CLS. La médica respondió que "nuestra situación no ha cambiado nunca en los últimos años" y, en tono irónico le recordó a los miembros del CLS el fracaso de las gestiones realizadas hasta la fecha.
Como metodología de trabajo se acordó sesionar semanalmente hasta que se resuelva la crisis y convocar a representantes de las distintas dependencias del "Ramón Carrillo" y de los distintos gremios constituidos en la ciudad. Para el próximo encuentro se citará a los delegados de UPCN y de Pediatría.
Al ahogo financiero se suma la carencia de personal, acentuada por las renuncias recientes de cuatro enfermeros. Ante esta situación las autoridades resolvieron limitar el número de internaciones en sala de Pediatría a 6 y la terapia intensiva pediátrica a la admisión y derivación de pacientes hasta contar con un plantel adecuado. "No se puede trabajar en un servicio con tan pocas enfermeras, ahora tenemos una por turno y no podemos seguir recibiendo 30 chicos por turnos" explicó Rodríguez.
La reunión también hizo eje en el caso de Luciana Pérez, la niña de dos años con diagnóstico de muerte cerebral que fue trasladada al Sanatorio Güemes donde falleció. La dirigente vecinal Elisa Rivera le espetó a la directora que "lo que ensució la cancha acá fue la forma en que usted comunico las cosas" y se hizo eco de una nota de familiares y amigos que solicitó sumarios y equipamiento para Pediatría. "Al director de un hospital no se le puede pedir que sea simpático" respondió Rodríguez.
