BUENOS AIRES (DyN) - Un matrimonio mendocino arribó ayer al país desde Estados Unidos luego de adoptar a una beba haitiana, tras el terremoto que afectó a la isla caribeña el 12 de enero pasado y que causó miles de muertos.
Carina Valdés y Darío Pacheco, ambos oriundos de la capital de Mendoza, llegaron al Aeropuerto Internacional de Ezeiza junto a Rosalindha, que tiene un año y siete meses de edad.
El matrimonio tenía listos los papeles de adopción vía Estados Unidos, pero luego del sismo la documentación se perdió y el juez que autorizó el trámite murió en la catástrofe.
Rosalindha fue trasladada el 19 de enero a un instituto sanitario estadounidense por sufrir problemas de salud, por lo cual la pareja viajó hacia allá para buscarla.
"Fue maravilloso el encuentro con la nena. El lunes pasado nos dieron la custodia. Es muy emocionante", relató Valdés a la prensa tras arribar a la terminal aérea de Ezeiza.
El matrimonio tiene cuatro hijos adoptados, pero Rosalindha es la primera adopción internacional, comentó emocionada Valdés.
"Queríamos agrandar la familia, nuestro proyecto era ser una familia numerosa. La espera (de adopción) para anotarnos en Mendoza era larga, entonces decidimos optar por vía internacional y elegimos Haití", añadió la mujer.
A casi un mes del sismo, que causó la muerte de al menos 150 mil personas, la vocera del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Francoise Vanni, dijo que el tráfico de niños es una problemática real para las autoridades haitianas y que, por ahora, la adopción internacional no era una opción viable.
Vanni resaltó la importancia de posibilitar el retorno de los niños con sus familias antes que dejarlos frente a "posibles adopciones internacionales", debido a que la organización, y casi nadie en la isla, sabe si los chicos "son o no huérfanos".
Pese a la advertencia, el gobierno francés trasladó a París desde Puerto Príncipe 32 niños cuyos trámites de adopción estaban aceptados antes del sismo.
El viernes pasado, diez estadounidenses fueron detenidos en Haití cuando intentaban cruzar la frontera con 33 niños que, según dijeron, habían sufrido la muerte de sus padres en el terremoto. Los apresados quedaron a disposición de la justicia haitiana, que investigará si formaban parte de una red de tráfico de niños.