Racing (3) venía entonado por las contrataciones de renombre, la buena producción veraniega y la goleada del arranque del torneo ante Central, pero anoche se encontró con un Colón que fue la horma de su zapato y que terminó venciéndolo por 2-1.
La Academia de Claudio Vivas no pudo aguantar la ventaja de un gol y tuvo un segundo tiempo para el olvido. Por eso, el Sabalero (4) se lo dio vuelta.
Sí hay que decir que fue mejor durante buena parte de la primera mitad. La causa de ello fue que se mostró criterioso con el manejo del balón, sobre todo cuando los hilos los manejó Juan Carlos Falcón. El ex volante Sabalero marcó los ritmos del partido, jamás se apresuró y les hizo entender a sus compañeros que la paciencia siempre es buena consejera. Los minutos iniciales comenzaron a todo ritmo y cuando apenas iban 12 minutos la visita gritó con el alma, cuando Falcón ejecutó un larguísimo tiro libre que de centro se transformó en tiro al arco, y que gracias a la complicidad del arquero Diego Pozo mutó en la apertura del marcador.
El dueño de casa se adelantó en el campo y Federico Nieto tuvo dos claras: primera a los 21, cuando adentro del área se sacó de encima al defensor, pero su media vuelta fue desactivada por De Olivera; y un minuto más tarde, con un cabezazo que fue a morir a las manos del arquero. Racing se tornó un poco más predecible, pero sobre los 29 Gabriel Hauche sacudió la modorra con un enganche y disparo desde adentro del área que besó uno de los palos.
El Sabalero centralizaba demasiado el balón, hasta que a los 37 Facundo Bertoglio se tiró por derecha, armó una jugada a pura cintura y, cuando no, el que empató la historia fue el Bichi Fuertes con un cabezazo más que certero.
A la vuelta de los vestuarios el Turco Mohamed dio en la tecla con el ingreso de Juan Lucero por Ricardo Gómez, porque esa movida provocó un fuerte cimbronazo en toda la defensa de Racing.
Lucero fue una verdadera pesadilla lanzado por el sector izquierdo, al punto que clavó el 2-1 cuando apenas iban 3 minutos del epílogo, después de otra buena jugada de Bertoglio, y generó otras dos situaciones clarísimas, una que terminó con un disparo en el palo y otra que hizo lucir a De Olivera.
Racing no fue el del primer tiempo, porque sus volantes perdieron movilidad y eso generó un retroceso en el campo y que no consiguiera el balón. Para colmo, su defensores perdieron más de lo que ganaron en el mano a mano y sólo De Olivera se mostró sin fisuras. La última del partido fue de Lucas Avendaño, pero esta vez Pozo no falló.