NEUQUÉN (AN).- Las empresas estatales de energía Enarsa y Gas y Petróleo de Neuquén (G&P) comenzarán el mes que viene a buscar hidrocarburos en un área ubicada hacia el noreste de la provincia. El acuerdo entre ambas firmas, que se selló ayer, establece que la Nación aporta los 12.000.000 de dólares que se necesitan de inversión para perforar los primeros dos pozos y el gobierno de Jorge Sapag, el área, llamada Aguada del Chañar.
Ya está determinado el sitio exacto donde se realizará la primera perforación, pero para iniciar los trabajos la unión transitoria de empresas (UTE) que crearon Enarsa y G&P para este fin, debe llamar a licitación para la contratación de la empresa perforadora, que será una de las mismas que utilizar las grandes compañías internacionales.
Mientras tanto, la empresa neuquina encaró la realización de los estudios de impacto ambiental que exigen las autoridades provinciales. La idea es que todo esté listo en 45 días.
Sapag se entusiasma con el dato de que Aguada del Chañar está cerca del yacimiento Bandurria, donde YPF descubrió el año pasado un pozo de altísima producción, y de Entre Lomas, donde la producción es constante.
Hasta 3.300 metros
Tanto el secretario de Recursos Naturales de la provincia, Guillermo Coco, como el presidente de Enarsa, Exequiel Espinosa, destacaron el hecho de que ambas socias de esta UTE sean firma de capitales estatales. Y dijeron que es la primera vez que ello ocurre en la explotación continental en nuestro país.
El presidente de G&P, Rubén Etcheverry, reseñó que los primeros dos pozos irán hasta una profundidad de 3.300 metros, con la idea de encontrar un volumen de hidrocarburos en torno de los 4.300.000 barriles. Si la búsqueda es exitosa, el desarrollo supone otras 12 perforaciones.
Aguada del Chañar fue seleccionada de entre cinco áreas con mayores posibilidades. Se la eligió por su menor riesgo geológico y las diferencias que presentaba la prospectiva en relación con las otras.
El debut de G&P como empresa petrolera (hasta ahora se dedicó a licitar áreas) fue una idea que surgió en mayo del año pasado, cuando la actividad en la provincia había caído por efecto de la crisis económica y las petroleras habían retirado equipos de perforación de los yacimientos.
Si la perforación da buenos resultados, Neuquén tendrá que reintegrarle a Enarsa la mitad de la inversión, que podrá ser en especie: petróleo o gas.
