El sueño de muchos de poder hacer su propia película se vuelve más próximo cuando se cuenta con determinadas herramientas que permiten capturar imágenes, procesarlas y construir a partir de ellas una narración audiovisual. Los medios digitales ponen al alcance de muchas personas esta posibilidad a través del video digital.
El auge de los soportes audiovisuales digitales de captura y reproducción, que comenzó a darse desde hace ya varios años, al mismo tiempo que fueron incrementándose las capacidades de las computadoras personales promedio, fueron dos factores determinantes para que muchas personas comenzaran a vislumbrar que les era factible realizar sus propias películas.
La posibilidad de registrar imágenes en movimiento y sonidos a través de dispositivos que no necesariamente son de uso profesional, sumada a la posibilidad de su posterior manipulación mediante la computadora personal multimedia que hay en casa, han acercado a muchas personas oportunidades que otrora estaban reservadas sólo para quienes desarrollaban una carrera profesional específica, y sólo cuando ésta les permitía acceder a los selectos y costosos medios profesionales de realización.
Hoy en día, esta situación cambió notablemente y, si bien para hacer una realización acabada es preciso contar con una sólida formación profesional, éste no es un impedimento para que principiantes, entusiastas y amateurs hagan sus propios intentos, al tener medios al alcance de la mano. De todas maneras, cabe señalar que el hecho de que actualmente la posesión de ciertos dispositivos resulte factible para muchos no quiere decir que la integración de todos los equipos necesarios no revista un cierto grado de complejidad, que hay que desentrañar para alcanzar a tener un manejo aceptable de ellos y lograr hacer una película técnicamente digna. También es importante decir que el dominio técnico de tales equipamientos por sí solo tampoco basta para garantizar la realización de películas bien hechas, dado que la construcción de cualquier forma de narración requiere una estructuración conceptual para la cual también es preciso haber desarrollado habilidades especiales.
Al margen de esto, digamos que no se trata sólo de hacer la película propia: el video digital permite también la realización de producciones de otras índoles, como recopilaciones audiovisuales, compilados, documentaciones, archivos, colecciones, etc.
Theater picture
Crear nuestras propias películas nos permite no sólo disfrutar de videos familiares, sino también difundir nuestras ideas en un formato muy flexible para hacerlo con creatividad.
Cadena de producción de video digital
Quienes se inician en las cuestiones vinculadas al video digital, una vez que cuentan con el equipamiento mínimo necesario, se enfrentan con que las cuestiones técnicas constituyen un aspecto a veces arduo de resolver.
Esto se debe, en parte, a que la tecnología involucrada es sofisticada y, además, a que el tipo de información audiovisual que se maneja es complejo y muy sensible y, por ende, su manipulación a través de diversos dispositivos y soportes hace que se torne susceptible de modificaciones o cambios, con una tendencia natural a resentir la calidad de imágenes y sonidos. Y si estamos hablando sobre manipulación a través de diversos dispositivos y soportes, es porque la realización de una película, por más sencilla y abreviada que sea, siempre implica la presencia de una cadena de producción.
Someramente, se puede describir una cadena de producción de video digital simplificada como constituida por un dispositivo de captura de imágenes y sonido, un equipo de procesamiento y edición del material, un soporte de almacenamiento y reproducción, y un sistema de reproducción.
Dentro del rubro dispositivos de captura, se encuentran no sólo las videocámaras, sino también las cámaras de fotos que graban en video y los celulares que graban video.
En el grupo de equipos de procesamiento, entran las computadoras que guardan y editan el material audiovisual mediante programas específicos que permiten darle forma y contenidos a una película. Asimismo, ellas pueden funcionar como reproductoras, más allá de que en el rubro de los reproductores de video el lugar principal lo ocupen los que fueron específicamente diseñados para reproducir discos VCD, SVCD, DVD y Blu-ray, así como los llamados MP4 y otros dispositivos por el estilo.
La imagen de video digital
Para iniciarse en el mundo del video digital, una de las primeras cosas que debemos conocer es cuáles son las propiedades de la imagen de video en este formato.
En primer lugar, hay que decir que las imágenes que se ven en cualquier película están formadas a partir de la proyección regular de sucesivas imágenes estáticas denominadas fotogramas. Podemos decir, entonces, que la unidad mínima para medir la duración de un video es el fotograma.
A su vez, cada fotograma está constituido por un número fijo de puntos denominados píxeles. El píxel es la unidad mínima que conforma cada fotograma. Cada píxel posee información de color y luminosidad.
La imagen que se ve en cada fotograma está integrada por un conjunto de píxeles, los cuales, por su parte, pueden tener diferente forma, dependiendo de si se trata de imágenes en formato DV, multimedia u otros.
Hay píxeles cuadrados, rectangulares y anamórficos. Asimismo, hay que considerar que la cantidad de bits que se emplean para almacenar cada píxel determina la calidad de la imagen. Este parámetro se llama profundidad de la muestra. A modo de ejemplo, las imágenes de 8 bits (1 byte) permiten obtener una gama de hasta 256 colores para representar cualquier color de la imagen. Las de 16 bits (2 bytes) pueden representar hasta 16 millones de colores diferentes.
La cantidad de píxeles que componen cada fotograma es otra de las características sobresalientes que definen la calidad de la imagen de video. Cuanto mayor sea la cantidad de píxeles empleados, mayor será la calidad de la imagen representada digitalmente. Este aspecto suele mencionarse como tamaño del cuadro, que determina el ancho y el alto del fotograma medido en píxeles.