VIEDMA (AV)- No es la oveja negra sino el lobito blanco de la reserva, aunque entre centenares es difícil de ubicar. Entre los innumerables nacimientos que se registran en la Lobería de Punta Bermeja, ubicada a 60 kilómetros de Viedma, nació un lobito albino que cautiva todas las miradas y las exclamaciones de los visitantes desde hace más de una semana. "Es bien blanquito y se le puede observar la piel rosadita como un lechoncito", describió Karina Novillo, de la Fundación Félix de Azara, entidad a cargo del Centro de Interpretación Faunística de la reserva. No es la primera vez que nace un albino en la reserva. En el 2000 se registró otro caso pero del que luego nada más se supo.
Enero fue una explosión de partos y también de visitantes. Muy pocos se fueron sin presenciar uno en un marco de mucha actividad en la reserva: los lobos adultos que defienden sus harenes, las lobas que paren tras once meses de gestación y de amamantar a sus cachorros. Como si eso fuera poco dan a luz y vuelven a aparearse. A todo eso se suma que los machos mayores mantienen una leonina custodia de sus hembras, sobre todo de los más jóvenes que comienzan a conquistar, ganando amores en feroces pulseadas machistas.
En esta época del año la explosión de crías genera una ruidosa convivencia sobre las enormes rocas de la reserva que se pueden observar perfectamente desde las pasarelas ubicadas en la cima de los acantilados. Los bebés que lloran y los machos que rugen conforman una mezcla de sonidos a los que se suma el mar con las olas que rompen y bañan esa gran nurcery animal.
Madres eternas
Las lobas son madres en forma permanente. Tienen un proceso de gestación durante once meses y mientras tanto amamantan a la cría que parieron durante todo ese tiempo, aunque si el cachorro es macho se desteta unos meses antes de la parición de la siguiente cría. En cambio las hembritas siguen hasta que llega el nuevo dueño de la teta.
Como si eso fuera poco, a la semana de parir la hembra entra nuevamente en celo para emprender otros once meses de gestar y amamantar que alterna con enseñar a nadar y comer a la nueva cría.
En la reserva de Punta Bermeja el año pasado nacieron más de 800 lobitos y se estima que en esta temporada se mantendrá igual número.
Karina Novillo recomendó a los visitantes que no ingresen a la reserva por la playa porque ésta es una época muy especial. También solicitó a quienes practican alas deltas o parapentes no sobrevolar esa área porque se pueden producir estampidas.