Se denominan ""bajos" a las grandes depresiones de la corteza terrestre que no sobrepasan, y en algunos casos están por debajo del nivel del mar.
En la Patagonia existen dos: el Gran Bajo de San Julián en la provincia de Santa Cruz y el Gran Bajo del Gualicho en la provincia de Río Negro.
El Gran Bajo de San Julián, es una cuenca endorreica - un bajo sin salida- situado en la provincia de Santa Cruz. Su máxima depresión, la Laguna Carbón con 105 metros bajo el nivel del mar, es la mayor de América y la séptima en orden de profundidad de la superficie terrestre.
El área geológica, con una superficie de 2.900 kilómetros cuadrados y unos 30 kilómetros de diámetro, se encuentra a 50 kilómetros al oeste del Puerto de San Julián, sobre la bahía del mismo nombre, que constituyó uno de los primeros lugares de recalada de los exploradores. Hernando de Magallanes desembarcó allí en marzo de 1520 y permaneció todo el invierno. En agosto continuó su viaje alrededor del mundo.
Para acceder al Gran Bajo partiendo del Puerto San Julián, hay que recorrer 48 kilómetros por la Ruta 3 hacia el sur, desde allí hay que internarse hacia el oeste unos 18 kilómetros por caminos naturales hasta alcanzar la superficie sólida de sal, que marca la verdadera localización de la depresión.
El suelo presenta un elevado interés geomorfológico y paleontológico por la gran cantidad de fósiles que se encuentran en los depósitos terciarios y por la presencia de bosques petrificados.
Debido a la mayor fuerza de gravedad, en la Laguna Carbón, un reloj de péndulo, regulado a nivel del mar, adelanta 24 segundos por día.
El Bajo del Gualicho es la otra gran depresión, se encuentra ubicado al sudeste de la provincia de Río Negro y su punto más bajo alcanza los 72 metros bajo el nivel del mar. En su máxima depresión se encuentra una gran salina, que muestra distintos colores que van del blanco al rosado, según la refracción de la luz solar. La salina es un antiguo mar cristalizado que, según los estudiosos, tendría unos 300 millones de años de antigüedad.
En la salina se explota el cloruro de sodio - sal de mesa común - que sirve para el consumo directo y como materia prima para la industria.
Álcalis de la Patagonia (ALPAT) es una importante empresa ubicada en San Antonio Oeste que utiliza la sal, entre otros componentes, para la elaboración del Carbonato de Sodio, conocido como Soda Solvay, en honor al químico industrial y filántropo belga Ernest Solvay (1838 - 1922). Fue el inventor del método que hoy es más usado para obtener el Carbonato de Sodio, que se emplea para la fabricación de vidrios, jabón, papel, y como disolvente graso.
Según las leyendas, la zona tiene una gran vinculación con la figura del diablo, razón por la cual recibe el nombre de Gualicho, en idioma mapuche "mapudungun", Gualicho significa: diablo, espíritu maligno.
Muchas son las leyendas que se conocen del lugar, una de ellas ha sido recopilada por Delia V. de Battíni que dice textualmente : "Dicen que una chica se metió al Bajo del Gualicho y se perdió. Ni rastros de ella encontraron . Nada. Nada. Se perdió cuidando ovejas. Porque antes se cuidaban los animales a pie. No había caballos. Cuando yo era chico no teníamos caballos. Después mi padre tuvo capital, y los compró en Río Colorado. Llevó tejido, sobrepuesto, matra y los cambió. Se perdió la chica. Después dicen que la encontraron petrificada arriba de un banco de sal. Los que la vieron se asustaron y escaparon . fueron avisar al padre y a la madre, pero cuando regresaron a verla ya no estaba. Ni rastros hallaron. Dicen que nadie podía llegar allí. Corría viento y llovía. Un temporal. La chica no apareció más. Tenía que ser el gualicho. Eso contaron por allí."
Otras leyendas se escuchan en las conversaciones de la gente del lugar. La singularidad natural y el nombre impuesto, le dan al lugar un carácter enigmático, que estimulan la creencia que allí ha vivido y sigue viviendo el diablo.
ABEL SANDRO MANCA
