La posibilidad de que el gobierno intente modificar la Carta Orgánica del Banco Central cuando se reinicien las sesiones del Congreso mereció ayer opiniones dispares en dirigentes del oficialismo y de la oposición, incluso con puntos de vista diferentes dentro del propio kirchnerismo puso al descubierto algunas fisuras dentro del bloque oficialista.
La idea que entusiasma al matrimonio Kirchner es que el Banco Central se convierta en un sostén del crecimiento, y cuyas reservas puedan ser utilizadas para planes de creación de empleo o proyectos de infraestructura. Uno de los ejes es, justamente, la modificación del artículo 3 de su carta orgánica, que establece actualmente que las políticas que implemente la autoridad monetaria no estarán sujetas a las órdenes o indicaciones del Poder Ejecutivo. Por lo tanto, con la modificación justamente se perdería la autonomía que la entidad tiene actualmente y pasaría a depender del Ejecutivo de turno.
Ayer el jefe del Bloque de Diputados del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, tuvo que bajarle el tono a la idea de "cambiarle el perfil" al BCRA alentada desde algunos sectores del oficialismo.
En cambio, el diputado Carlos Heller, ex presidente del Banco Credicoop, sostuvo la idea de derogar la Carta Orgánica de la entidad sancionada durante el gobierno de Carlos Menem en los ´90 y volver a la que rigió anteriormente.
Rossi, negó que haya un proyecto para darle "otro perfil" al Banco Central, aunque reconoció que "en el marco del debate del Fondo del Bicentenario la reforma de la Carta Orgánica" de la institución financiera es "algo que habrá que analizarlo".
"Hay que hacer un debate serio y maduro. (DyN)