El secretario de Producción, Humberto Iglesias, aseguró que la desertificación y el desmonte afectan especialmente a los campos del sur bonaerense, pero indicó que las consecuencias se notan sobre la zona de Viedma y alrededores. "Se forma un colchón de tierra que luego vuela por la región", dijo Iglesias.
En Río Negro, el desmonte se produjo en los últimos años en la zona costera ubicada entre La Lobería y Bahía Creek. Iglesias informó que desde el 2000 al 2006 fue el impacto mayor en la provincia, con un total de 6.000 hectáreas anuales desmontadas, frente a las apenas 251 de los cuatro años anteriores y las mil anuales registradas entre 1980 y 1997. La razón del crecimien-to del desmonte en los seis primeros años de esta década radica, según Iglesias, en que "la agricultura de soja en la pampa húmeda generó la búsqueda de nuevas superficies para sembrar trigo e hizo que contratistas explorasen nuevas alternativas". Sin embargo diferenció la situación en Río Negro de lo que ocurre en el sur bonaerense.
Agregó que en los últimos meses "se registraron dos casos de proyectos que desmontaron sin autorización" lo que generó el inicio de expedientes sancionatorios. Destacó que "las grandes superficies desmontadas no son en Río Negro, acá son pocas en el Camino de la Costa, que son las que vuelan. Pero hay un colchón de material en suspensión que está posicionado sobre la región". La preocupación es ahora "cómo se mitiga, por que hay daño ambiental en los suelos y en la atmósfera, existe una fuente de alimentación permanente y será un desafío de carácter nacional resolver esta problemática que va a llevar mucho tiempo y mucho costo". (AV)