Domingo 31 de Enero de 2010 Edicion impresa pag. 28 > Internacionales
Despega primer cazabombardero ruso de la era postsoviética
Posee tecnología "stealth", que lo vuelve invisible a los radares, y hace vuelos supersónicos de larga duración

El Sukhoi T-50, el primer avión militar de origen ruso desde el desplome de la Unión Soviética en 1991, es una realidad. "Todos los objetivos marcados para su primer vuelo han sido conseguidos con éxito", dijeron fuentes de la base de Komsomolsk-on-Amur a la agencia Interfax, difundidas luego por todos los medios europeos.

Este avión multiusos es también el primer cazabombardero invisible ruso. El aparato, de quinta generación, servirá en activo a partir de 2015, aunque ello no supondrá la retirada de los Su-35 de cuarta generación. Según ´Pravda´, el ministerio de Defensa ruso tiene pensado adquirir 48 nuevos Su-35; mientras que la India pedirá unos 250 nuevos T-50 a Sukhoi en el futuro.

Sukhoi es la principal compañía armamentística rusa con una cuota de una cuarta parte del mercado. El sector mueve 7.400 millones de dólares anuales, según ´New York Times´.

La nueva ´joya´ de la aviación rusa ha sido comparado con el caza ´invisible´ de Lockheed Martin: el F-22 Raptor estadounidense. Este avión, heredero de la Guerra Fría, ha sido víctima de los recortes presupuestarios del presidente americano Barack Obama.

El F-22, el primer -y único hasta ahora- avión de quinta generación, voló por primera vez en 1997. El fin de la Guerra Fría por combates de guerrillas como los de Afganistán o Irak propiciaron el recorte presupuestario estadounidense. El secretario de Defensa, Robert Gates, pidió limitar la flotilla de F-22 a 187 aparatos, en vez de los 243 previstos a corto plazo, y aumentar de 14 a 30 la compra de cazabombarderos F-35, aún en pruebas y también de Lockheed Martin.

Según ´Bloomberg´, el F-22, cuya cancelación pone en peligro 95.000 puestos de trabajo, es el caza estadounidense más caro de la historia.

Los últimos cuatro cazas producidos en 2009 costaron 196 millones de dólares en total, aunque algunos críticos apuntan que los costos reales, incluidos los de desarrollo e investigación, superan los 350 millones por avión.

El aparato es capaz de despegar y aterrizar en pistas de entre 300 y 400 metros de longitud.

De acuerdo con algunos expertos, el aparato será capaz efectuar vuelos supersónicos de larga duración y repostar combustible en el aire. Sus sistemas de armamentos le permiten atacar simultáneamente varios blancos tanto en tierra como en el aire.

El primer vuelo de este Sukhoi ha durado 47 minutos. "El avión se desempeñó bien. Todas nuestras expectativas para el primer vuelo se cumplieron", ha dicho la portavoz de Sukhoi, Olga Kayukova. "El debut fue un éxito", ha agregado.

El nuevo caza es la respuesta de Moscú al F-22 Raptor, hasta el momento la única nave de quinta generación en servicio del mundo, que empezó a desarrollarse a principios de los años noventa, y que voló primera vez en 1997.

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