San Lorenzo pisó firme en Tucumán, venció a Atlético en un partido muy trabado y también se anotó en el lote de punta en el arranque del torneo Clausura. Fue 1-0, con gol de su nuevo artillero, Fabián Bordagaray.
En el arranque, el Albo fue superior pero careció de profundidad. Los delanteros, Emanuel Gigliotti-Juan Pablo Pereyra, se asociaron con los volantes, pero excedieron en el toque y no llegaron a Pablo Migliore.
Y a los grandes no hay que perdonarlos, porque en la primera que tuvo, el Santo la mandó a guardar. La jugada preparada se ensució, pero la mente de Bordagaray estuvo más "limpia" que nunca y empujó al gol.
Así, el delantero extendió su gran momentos, que tuvo su capítulo clave cuando le amargó la fiesta a Newell's y se extendió en el verano, con el golazo a Boca.
Después del 1-0, San Lorenzo se tranquilizó y manejó las acciones. De hecho, el uruguayo Pablo Pintos se perdió el segundo de manera increíble. El local, poco y nada, con muchas ganas, pero escasas ideas para revertir la historia.
Chiche Sosa se dio cuenta y empezó a cambiar piezas. Sin embargo las soluciones no llegaron, porque el Santo se paró bien atrás y sacó un par de contras con mucho peligro.
Después de los 15 y con el aliento del público, Atlético fue al frente y se llevó por delante a San Lorenzo. El Cholo Simeone tomó nota y no le tembló el pulso para hacer un par de cambios defensivos (Nelson Benítez por Sebastián González y Sebastián Rusculleda por Bordagaray).
Con esos ingresos, San Lorenzo encontró equilibrio, armó dos líneas muy firmes y hasta pudo aumentar la diferencia. La más clara la tuvo Rusculleda, con un preciso tiro libre que dio en el travesaño con el arquero local vencido).
Los minutos corrieron, el Santo hizo un negoción y el Albo tucumano se quedó sin respuestas. Perdió y encima ganó Chacarita, que lo alcanzó en la tabla de los "promiedos", con 22 puntos.