Una banda de delincuentes, en las primeras horas de hoy, ingresó a la empresa Alberto Romero e Hijos de Cipolletti, ubicada entre los accesos Lisandro de la Torre y Luis Toschi, en la franja sur de la ruta 22, y luego de violentar una caja fuerte se alzó con un botín estimado en más de 90.000 pesos.
El robo se habría producido entre las 3 y las 4 de la madrugada y los dueños se percataron a media mañana, dando aviso a la policía. Al lugar llegó el jefe de la Comisaría Cuarta, Raúl Fuentes, personal de Criminalística e idóneos, levantando huellas y tratando de desentrañar cómo habían ingresado los ladrones al amplio complejo de 80 por 30 metros.
Además, cómo se pudieron haber enterado de la existencia de tanto dinero en la caja fuerte, la que violaron con una amoladora y se fueron de manera tan invisible como llegaron. Los ladrones desactivaron la alarma de esta importante empresa dedicada a la venta de productos relacionados con bebidas y artículos de limpieza en un amplio radio geográfico que va hasta el sur del país.
Un sereno de una firma cercana sintió un ruido fuerte a las 2 de la noche, salió, recorrió y como no vio nada volvió a su lugar.
Desde la Comisaría Cuarta se radicó el parte de este grave hecho delictivo a las provincias de Neuquén, Mendoza y La Pampa, y obviamente se hallaban en alerta las comisarías rionegrinas, aunque la búsqueda era difícil porque los ladrones pudieron haber tenido entre cinco y seis horas de "luz" para viajar hacia otros lares o "encriptarse" en algún aguantadero de la zona, desprendiéndose incluso, con tiempo, del vehículo que los habría trasladado, sobre el que no se tenía ninguna precisión.
Una reconstrucción en base a datos confiables permite asegurar que los maleantes accedieron al techo de chapas, fueron justo hacia la parte del frente, como si incluso supieran la ubicación exacta de las oficinas administrativas.
"Tienen que haber estado con la amoladora un buen tiempo", confió un pesquisa. Con el dinero en su poder, de la misma manera fantasmal como entraron, se fueron. No había testigos de cuántos eran ni de caracterizaciones físicas ni vestimentas, y menos del vehículo en que se movían. El robo de hoy fue la segunda vez que a la misma empresa le roban. La anterior, en el 2005, los sujetos se llevaron incluso una caja fuerte.
Rubén Romero, uno de los dueños, caracterizado vecino cipoleño estaba desolado. Confirmó el robo de mucho dinero. "En una de esas también se llevaron bebidas", ironizó, con gesto adusto. Dijo que "estos maleantes son expertos, andan en jet y la policía pone mucha voluntad pero no tiene medios".
Agencia Cipolletti