Vélez tuvo todo para lograr la victoria, pero no supo sacarle provecho. Colón, ni lerdo ni perezoso, aprovechó la ocasión, su refrescos fueron determinantes y se llevó un valioso 1-1 de Liniers.
El partido no tuvo un gran vuelo y lo mejor se vio en la segunda etapa, cuando ambos levantaron su rendimiento y protagonizaron un interesante ida y vuelta.
La única y fundamental diferencia en los 45 iniciales fue el gol de Santiago Silva, el delantero de las novelas del verano, que viene de ser campeón con Banfield. A los 32 les ganó a todos en el área y, de cabeza, clavó el 1-0.
El grito fue en el peor momento del Sabalero, que a esa altura ya había equilibrado las acciones y se acercaba con peligro a Germán Montoya.
Hasta los 20 fue superior Vélez, aunque careció de ese juego asociado entre Maximiliano Moralez y Víctor Zapata que tanto resultado le dio en la temporada pasada.
El dueño de casa arrancó en mejor forma la segunda mitad. Se apoderó de la pelota y tuvo las chances para liquidar el partido. La más clara, a los 13, cuando Silva desvió un penal. Intentó meterla en un ángulo...Se fue a algún ángulo de la tribuna...
Segundos antes de esa acción, el Turco Mohamed ya se había dado cuenta de que podía revertir la historia y los ingresos de Eduardo Coudet y Facundo Bertoglio fueron determinantes. El Chacho aportó su experiencia y el juvenil, su repertorio ofensivo.
Primero se lo perdió Bauman, pero a los 34 Colón tuvo su premio. Todo nació de un pelotazo de Nicolás Torres, Sebastián Domínguez falló cuando intentó rechazar y la pelota le cayó a Lucas Acosta, quien sacó un remate violento para el 1-1.
Vélez quiso recuperar lo perdido, pero ya no pudo. Colón aguantó bien y se llevó un empate que mereció.