PEKÍN (AFP).- China suspendió sus intercambios militares y sus diálogos de seguridad con Washington y anunció, con total enojo, que sancionará a las empresas que vendieron armas a Taiwán, según un portavoz del ministerio de Relaciones exteriores chino.
En un comunicado, el ministerio precisó también que había suspendido las discusiones de seguridad de alto nivel para protestar contra la venta de armas del Pentágono a Taiwán.
El gobierno chino sancionará a las empresas norteamericanas vinculadas a la venta, agregó el ministerio.
El viernes, el Pentágono anunció la venta a Taiwán de misiles antimisiles Patriot, de buques cazaminas submarinas y helicópteros Black Hawk por un monto de 6.400 millones de dólares.
El contrato incluye equipos de comunicación para los aviones F-16 taiwaneses, 114 misiles Patriot y 60 Black Hawk, indicó el Pentágono.
Irritada por esta venta a un país que considera como una de sus provincias, China dejó planear la amenaza de "repercusiones graves". "El proyecto estadounidense deteriorará sin duda alguna las relaciones sino-estadounidenses y tendrá un impacto negativo grave sobre los intercambios y la cooperación entre los dos países en importantes dominios", había advertido horas antes el viceministro chino de Relaciones Exteriores, He Yafai.
El suministro de armas a Taiwán por Estados Unidos es un tema espinoso que provoca regularmente la cólera de Pekín. Taipei por su lado objeta por su lado que 1.500 misiles chinos apuntan hacia Taiwán, y que el fortalecimiento del arsenal chino jamás disminuye.
"La nueva iniciativa estadounidense de vender armas a Taiwán, que forma parte de China, constituye una intervención chocante en los asuntos internos chinos, pone gravemente en peligro la seguridad nacional de China y perjudica sus esfuerzos de reunificación pacífica", indica el texto.
De este modo, los desequilibrios comerciales, valoración de la moneda china, derechos humanos, internet, el caso Google y Tíbet -entre otros conflictos que han marcado las relaciones entre China y Estados Unidos lo últimos meses- sufrieron ayer un fuerte acelerón.
Por su parte, el presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, dijo ayer que la venta no debería airar a Pekín porque las armas tienen carácter únicamente defensivo. "Nos permitirán tener más confianza y sentirnos más seguros en nuestras relaciones a través del Estrecho", aseguró Ma. La Oficina de Relaciones entre China y Taiwán, sin embargo, afirmó que el contrato "aviva las llamas de la independencia" y es "un obstáculo para el desarrollo pacífico de las relaciones" mutuas.