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Rescatan a todos los turistas varados | ||
El presidente peruano, Alan García, visitó hoy la zona en la que muerieron 10 personas, entre ellos una joven argentina. Cerca de 80 mil personas fueron afectadas por las inundaciones. | ||
El Ministro de Turismo del Perú, Martín Pérez, anunció anoche que había concluido el rescate de todos los turistas varados en los alrededores del célebre santuario de Machu Picchu, en el departamento de Cusco, debido a las intensas lluvias que dejaron hasta el momento 10 fallecidos. "Hoy evacuamos a 1.460 personas. En total hemos evacuado a 4.005 personas entre turistas y pobladores. Yo estimo que de ese total unos 3.500 eran turistas. Se realizaron 278 vuelos en los últimos cuatro días para conseguirlo", dijo Pérez a la televisora Canal N. El ferrocarril, única conexión de transporte que une Aguas Calientes, el pueblo aledaño a Machu Picchu, y la ciudad de Cusco, capital del departamento homónimo, suspendió sus servicios por los deslizamientos de lodo y piedras que afectaron diversos tramos del camino, dejando aisladas a las personas que se encontraban en el santuario, entre turistas nacionales, extranjeros y pobladores. Pérez señaló que la empresa encargada del servicio de tren estimó que en 10 días podrá restablecer sus actividades. Las labores de rescate se realizaron en helicópteros, por el difícil acceso al lugar y tuvieron preferencia desde un inicio los niños y ancianos. Sin embargo, algunos visitantes denunciaron que los primeros evacuados habían pagado por su rescate, versión que negaron las autoridades. Muchos de los varados, entre ellos argentinos, chilenos y brasileños, durmieron en vagones del tren, carpas instaladas en la plaza principal, restaurantes y pasillos de hoteles, soportando el frío y la lluvia, debido a que la capacidad de hospedaje colapsó. Además sufrieron por el alza de precios de los alimentos. Por su parte, la Cancillería argentina informó que ya fue rescatado el último grupo de argentinos, alrededor de 50 personas, que estaban varados en Aguas Calientes, en Perú. Los primeros sesenta turistas argentinos evacuados de las ruinas de Machu Picchu llegaron noche al país, en tanto que los otros 550 viajeros que permanecían en territorio peruano fueron rescatados y regresarán entre hoy y el domingo. El presidente del Perú, Alan García, visitó hoy la zona en que han muerto 10 personas, entre ellos una argentina, y otras 80.000 han quedado damnificadas por inundaciones generadas por fuertes lluvias, y, tras prometer que se entregará toda la ayuda necesaria, pidió "no caer en alarmismos". "Queda un largo trabajo. Estoy seguro de que la lluvia cederá y todos los niveles de gobierno, municipios también, haremos el esfuerzo máximo para devolver la tranquilidad a la población y al mundo que ven a (el departamento de) Cusco y (la ciudadela inca de) Machu Picchu como una opción de cultura y visita", dijo García. El mandatario visitó y sobrevoló la zona después de que desde diversos sectores le llovieran críticas por no haber comentado antes la tragedia, que comenzó a presentarse el domingo, cuando las lluvias desbordaron ríos y lagunas y crearon inundaciones que arrasaron casas y cultivos y destruyeron las vías del departamento de Cusco. Hasta ahora la atención a la tragedia se había concentrado en los cerca de 3.500 turistas que quedaron varados en inmediaciones de la célebre ciudadela, pero en las últimas horas los medios locales han llamado la atención respecto a las cerca de 25.000 familias de caseríos vecinos que perdieron sus escasas pertenencias y están desportegidas. Según el presidente regional de Cusco, Hugo Gonzales, al menos 4.800 casas han sido afectadas, de las que casi 3.000 quedaron inhabitables. Asisismo, más de 14.000 hectáreas de cultivos han sido arrasadas por las aguas que se desbordaron de los ríos de la zona, especialmente el Vilcanota. Las pérdidas sobrepasan los 800 millones de soles (285 millones de dólares), con tendencia a crecer pues las lluvias persisten y con ellas el riesgo de más desbordes, indicó Gonzales. En varios caseríos cusqueños humildes hay quienes lo perdieron todo. El adobe, precario material usado en las construcciones, actuó como esponja con el agua. Las casas cayeron y los campesinos vieron echadas a perder sus escasas pertenencias. García, quien sobrevoló Aguas Calientes, recordó que el nivel promedio histórico de las aguas del Vilcanota es de 330 metros cúbicos, y ahora llega a los 1.100. Pobladores de la zona dicen no tener recuerdo de un fenómeno tan fuerte. Las críticas para el gobierno central giran en torno a que supuestamente ha priorizado la atención a Machu Picchu y a los turistas, lo que según los analistas es importante, pero sin que por ello se retrase la ayuda para los campesinos damnificados. "El gobierno va a garantizar lo que sea necesario para reestablecer la vía terrestre y la vía férrea y, en segundo lugar, las comunicaciones eléctricas, que han sido dañadas también en varios lugares", afirmó hoy García. En los meses de temporada alta (de junio a diciembre), Machu Picchu recibe a 2.500 visitantes diarios, siendo el principal destino turístico a nivel nacional. DPA | ||
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