Sábado 30 de Enero de 2010 > Regionales
Después de 30 años, en el 2011 comenzará a operar la central nuclear Atucha II
La nueva usina podrá abastecer entre el 3 y el 4% de la energía total del país en el año; es decir, lo necesario para 4.000.000 de hogares de un consumo promedio.
Cuando finalmente la central nuclear de Atucha II comience a operar habrán pasado 30 años desde el inicio de su construcción. El aporte de 700 MW planos y más de 5.000 GWh/año será bienvenido no sólo por la creciente demanda energética sino también para aliviar el constante aporte de gas y petróleo a la generación eléctrica.

Según las autoridades de Nucleoeléctrica Argentina SA (NASA), esta sola central podrá abastecer entre el 3 y el 4% de la energía total del país en el año; es decir, lo necesario para 4.000.000 de hogares de un consumo promedio.

La central Atucha II está ubicada sobre la margen derecha del río Paraná, en la localidad bonaerense de Lima. Adyacente se encuentra Atucha I, en operación desde 1974 y que aporta 335 MW. La otra central nuclear de la Argentina es Embalse, que opera desde 1984 y genera 600 MW.

La fecha exacta de su puesta en funcionamiento definitiva no es algo que las autoridades nacionales se dediquen a pregonar. Es que hubo ya demasiadas frustraciones en el medio de una historia que comenzó en 1981 y estuvo varias veces a punto de ser abandonada definitivamente. Cuando en el 2006 se retomaron los trabajos, se estimaba su finalización para octubre del 2010, pero en ámbitos cercanos al ministro Julio de Vido se admite que no sucederá hasta mediados del 2011.

Para que no se produzcan más demoras, 5.600 personas trabajan en el tramo final de las obras, que demandarán una inversión de 1.800 millones de dólares.

Dos pasos importantes se dieron en abril y junio del año pasado. Primero fue la colocación del primer rotor de baja presión de la central, que mide seis metros de diámetro por doce de largo y pesa 188 toneladas, y luego el cierre del recipiente de presión del reactor, una gigantesca pieza de 3.000 toneladas de peso.

La puesta en marcha de Atucha II conlleva además una buena noticia para la zona. El agua pesada que se utilizará como moderador y refrigerante será provista por la planta de la ENSI ubicada en Arroyito. Sólo para la carga de arranque se necesitarán 600 toneladas. La mitad de ese volumen ya se encuentra almacenada en la central y en caso de que la PIAP no llegue a aportar todo el faltante (tiene capacidad de producir 200 toneladas al año) el resto se alquilará en Rumania o Namibia.

 

Cómo funciona una central atómica

 

Cuando una partícula subatómica denominada neutrón choca con el núcleo de un átomo de uranio 235, éste se rompe en dos núcleos de aproximadamente la mitad de tamaño, liberando al mismo tiempo entre dos y tres neutrones y una gran cantidad de energía. Una parte de los neutrones emitidos choca con nuevos átomos de uranio, lo que se conoce como reacción en cadena.

Un reactor nuclear es una instalación que se diseña para crear las condiciones especiales necesarias para que la reacción en cadena tenga lugar de manera controlada y sostenida dentro de sus límites de seguridad. Este principio de fisión es el que permite que una central nuclear, al igual que una térmica o hidráulica, genere electricidad para el consumo doméstico e industrial. En este caso la energía producida por la fisión de los átomos de uranio es extraída con un circuito de agua a presión que a su vez le transmite el calor a un circuito de agua en ebullición y el vapor producido mueve los alabes de una turbina conectada a un generador, produciendo energía eléctrica.

 

El aporte de la energía nuclear

 

A nivel mundial, los combustibles fósiles contribuyen con un 63% a la generación de electricidad, la hidroeléctrica un 19%, la nuclear el 17% y las denominadas energías alternativas el 1%. En nuestro país la energía nuclear representa sólo el 9% de la electricidad consumida.

Pero para el ingeniero José Luis Antúnez, vicepresidente de Nucleoeléctrica Argentina SA, la nuclear no es sólo una energía que aporta electricidad sino que además alivia la demanda de recursos no renovables como los hidrocarburos y evita la contaminación ambiental. "Utilizando un kilo de uranio se produce la misma cantidad de energía eléctrica que con 14 toneladas de fueloil o su equivalente en gas natural", asegura Antúnez.

 

contaminación

 

"Por ejemplo, una central nuclear como Atucha II, sustituyendo un ciclo combinado de potencia equivalente, libera para otros usos más de 3 millones de metros cúbicos de gas natural por día".

Antúnez se defiende de las críticas de agrupaciones ambientalistas y dice que "una planta nuclear de 700 MW produce aproximadamente 30 toneladas al año de elementos combustibles irradiados que aún contienen energía aprovechable.

Estos elementos se conservan con vistas a su eventual reprocesamiento, completa y seguramente aislados del medio ambiente. Si este combustible usado se reprocesara para compactarlo y aprovechar la energía residual el volumen resultante sería de sólo 2,5 metros cúbicos por año".

Como las centrales nucleares no producen emisiones de dióxido de carbono, una usina como Atucha II construida en lugar de una de ciclo combinado alimentada a gas habrá evitado, por cada año de funcionamiento, la emisión a la atmósfera de 3.500.000 toneladas de dióxido de carbono.

Si fuera una central alimentada a carbón, la disminución del aporte al efecto invernadero sería de 6.500.000 toneladas de CO2 por año de funcionamiento.

 


"Un panorama promisorio"

En la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) están entusiasmados con la recuperación del plan nuclear, a juzgar por lo que dijo el doctor Gabriel Barceló, gerente de Relaciones Institucionales de la institución.

-¿Cuál es el panorama actual de la energía atómica en la Argentina?

-Es promisorio. La Argentina ha desarrollado todas las actividades relacionadas con la energía nuclear no sólo en los aspectos energéticos, donde una de las cosas que nos hacen sentir orgullosos es que nuestro país domina todas las tecnologías del ciclo del combustible nuclear, sino también en las aplicaciones de la tecnología nuclear en la medicina y la industria. El país exporta reactores de investigación, radioisótopos para uso en medicina nuclear y tecnología para la producción de estos radioisótopos y ha diseñado un reactor integrado para generar electricidad del que está construyendo el prototipo, lo que da una idea del alto nivel alcanzado. Sólo es superado por algunos países desarrollados. En Latinoamérica hay sólo tres países con generación nucleoeléctrica: Argentina, Brasil y México. Ante la reactivación en el mundo de la actividad nuclear por el consenso de que es la mejor alternativa realista y segura para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, nuestro país se encuentra con un gran trabajo ya hecho en lo que tiene que ver con los desarrollos tecnológicos, recursos humanos preparados y una cultura de la seguridad nuclear que permitiría al sector nuclear un rápido crecimiento.

-¿Qué porcentaje de la energía eléctrica aporta y cuál es el objetivo a mediano plazo?

-En el 2008, con un 3,8% de la potencia instalada generó un 6,4% de la energía bruta del mercado mayorista de energía eléctrica; cuando ingrese Atucha II pasará a entregar alrededor del 12%. Lo que se considera óptimo en un sistema eléctrico como el argentino, que tiene redes extensas y que aún tiene proyectos hidroeléctricos realizables, es que la generación nuclear alcance el 30%.

-Además de la generación de energía, ¿qué otra aplicación tienen las centrales nucleares?

-La central nuclear de Embalse produce Cobalto 60, un radioisótopo utilizado en terapia del cáncer y en la industria. Nuestro país es el segundo exportador de este radioisótopo en el mundo. Por otra parte, y como decía Jorge Sábato, "la industria nuclear es una actividad industrializante", es decir que por la alta calidad de sus requerimientos genera en los proveedores de sus insumos una mejora de capacitación y calidad. A modo de ejemplo directo: la construcción de Atucha I (situación que se repitió con Atucha II) requirió la creación de una escuela de soldadores con calidad nuclear que luego fueron absorbidos por industrias especializadas. Otro ejemplo: proveedores de equipos importantes debieron ajustarse a normas internacionales que les permitieron luego exportar insumos al resto del mundo.

-¿Qué nivel de seguridad tienen las centrales nucleares argentinas?

-Están al nivel de las mejores del mundo. Nuestras centrales no han tenido incidentes que se hayan traducido en mayores dosis para el personal ni para la población cercana.

-¿Qué vida útil tiene una central nuclear?

-Sesenta años; con pequeñas reformas, es posible extender la vida útil de las centrales de 30 a 60 años. Un ejemplo de ello es la extensión de vida por 20 años adicionales (llevando la vida útil total a 60) que ya ha sido aprobada a más de 50 centrales nucleares de Estados Unidos. El diseño de las dos centrales nucleares argentinas podría permitir esta extensión, pero el tiempo en que se puede extender la licencia y la magnitud de las reformas que se deberán realizar para conseguirla dependen de la aprobación de la Autoridad Regulatoria Nuclear Argentina (ARN), el organismo que, después de un análisis exhaustivo, debe autorizar o rechazar estas extensiones.

Datos para una ficha

TIPO DE REACTOR
recipiente de presión
POTENCIA TÉRMICA
2.175 MWt
POTENCIA ELÉCTRICA BRUTA/NETA
745/692 MWe
REFRIGERANTE
agua pesada (D20)
COMBUSTIBLE
uranio natural
GENERADOR DE VAPOR
dos verticales, tubos en "U" Incolloy 800
TURBINA
una etapa de alta presión y dos de baja presión. Velocidad: 1.500 rpm.
GENERADOR ELÉCTRICO
cuatro polos. Tensión de generación 21 kV. 50 Hz

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí