Sábado 30 de Enero de 2010 Edicion impresa pag. 42 > Cultura y Espectaculos
Artepidol publicó un libro de poesía colectiva
Es la primera publicación del colectivo artístico terapéutico, integrado por usuarios de los servicios de salud mental de Neuquén y Río Negro. Fue editado por Cartonerita Solar.

NEUQUÉN (AN).- La poesía es una posibilidad de todo: de ser, de encontrarte, de reencontrarte con el mundo, de destruir ese mundo y generar otro, de limpiar las heridas. La poesía cura.

Así lo entiende Gustavo Lupano, uno de los voluntariosos impulsores y agitadores del colectivo artístico Artepidol y su inseparable encuentro Domingo de Terciopelo, dos espacios destinados a los usuarios de salud mental de Neuquén y Río Negro. Espacios que rompen muros y promueven la salud social, la creatividad terapéutica y la integración comunitaria.

A seis años de transitar el camino de la autogestión, con la premisa de que "la creatividad es hermana de la subversión", los usuarios que participan del taller Artepidol (que se reúnen todos los lunes en la Escuela de Psicología Social de Olascoaga 245) publicaron en agosto de 2009 un libro editado por Cartonerita Solar, la primera editorial cartonera de la región, y vendieron más de cien ejemplares.

Se trata de una antología de poemas colectivos que fueron surgiendo a lo largo de los años, a partir de diferentes técnicas creativas y lúdicas como el "cut-ups" o la "lluvia de ideas". Marcados por el azar, estos métodos facilitan e incentivan la posibilidad creativa de expresión. A la vez que permiten redescubrir mundo internos.

"Hay muchos compañeros que no saben ni leer, ni escribir. Entonces nos preguntamos cómo abordar la creación poética. Entonces fuimos a los Dadaístas y más atrás a Lautreamont que decía que la poesía puede ser hecha por todos. Bajo esa premisa tomamos el método de los dadaístas de recortar palabras, y a partir de allí resignificar y reconstruir nuevos textos. Así fuimos jugando y salieron cosas muy lindas", cuenta Lupano sobre el proceso creativo.

El resultado es un libro de una vitalidad y una espontaneidad elocuente (Hay un verso de Charly que dice: "Cuando era chico iba a la biblioteca/ Y los libros que leía eran paisajes").

No exento de reflexión, el libro demuestra que el proceso creativo moviliza la mente y ayuda a descubrir las potencialidades. Y que la poesía es una acción terapéutica y un instrumento de reconocimiento para cada ser humano.

"Jodorowski dice que el arte debe hacerse para curar, sino no debería ser arte. Y nosotros decimos que es verdad, porque los vemos a los compañeros que llegan medicados, rígidos, casi no se comunican y después de unos días de trabajar con el grupo empieza a aparecer su historia", dice Lupano.

¿El arte transforma?, le preguntamos al psicólogo social. "Nosotros decimos que la creatividad es hermana de la subversión. Decimos que arte te modifica y te da la posibilidad de jugar nuevos roles, de que te miren diferente, de existir. No es el arte onanista que se muestras y se disfruta desde lo estético, sino que tiene que ver con lo terapéutico".

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