VIEDMA (AV)- Los viedmenses y maragatos se están acostumbrando de a poco a vivir con un ventoso y fastidiante polvo en suspensión. Las consecuencias se volvieron a sentir ayer cuando repentinamente se oscureció el cielo a las cinco de la tarde. Las ráfagas alcanzaron los 96 kilómetros, mucha gente se salvó milagrosamente cuando estaba en zonas costeras y afortunadamente sólo cayeron cuantiosos árboles y postes que afectaron por varias horas el normal suministro eléctrico.

A media tarde numerosos bañistas se habían agolpado sobre los balnearios de ambas márgenes del río Negro y todo el cordón playero hasta La Lobería buscando refrescarse en el tórrido y seco mes de enero.

En cinco minutos, muchos se asustaron y comenzaron a huir en forma despavorida. Como ya los organismos de Defensa Civil están alertados de estos problemas generados por sequía y desertización de campos, montaron un operativo de regreso de los visitantes hacia sus hogares. Muchos se calmaron, se encerraron en los autos hasta que el viento disminuyera su intensidad y otros se refugiaron en casas lindera de algún conocido.

Las dotaciones de bomberos debieron duplicarse para asistir a numerosos vecinos que llamaban como consecuencia de la caída de ramas que afectaban el normal tránsito en la vía pública. A ello se sumaron numerosos postes de luz con cortes de cables, dejando sin suministro energético a los sectores periféricos de ambas ciudades.

La ruta provincial Nº 1 entre la capital rionegrina y el balneario El Cóndor debió ser cortada por espacio de una hora, provocándose un lógico embotellamiento en la salida desde la villa marítima. Cuando bajó la intensidad del viento, la Policía Caminera dispuso liberarla parcialmente a medida que iban cambiando las condiciones meteorológicas. En menos de un mes se vivieron tres situaciones similares en la que ya van varios techos volados.

En Patagones se reunió un Comité de Crisis conformado por Defensa Civil de la comuna, Policía bonaerense y Bomberos, con el propósito de atender la situación. Decidió trabajar en conjunto con sus pares de Viedma optando por cortar varias horas los puentes entre ambas ciudades ante la nula visibilidad. También permaneció cortada la ruta nacional 3, en un tramo de 40 kilómetros entre Cardenal Cagliero y Patagones, impidiendo el paso de automóviles y colectivos que en ese momento intentaban circular en las direcciones Norte y Sur.

Frente a este tipo de situaciones que se reiteran el legislador Pedro Pesatti (PJ) inició acciones para determinar las responsabilidades que pudieren caber a funcionarios públicos que no actuaron con previsión frente al desastre que ha provocado el desmonte indiscriminado y el sobrepastoreo en vastas áreas del sur bonaerense y del departamento Adolfo Alsina.