La tecnología surcoreana pisa fuerte. Si hace tres años el gigante estadounidense Hewlett-Packard (HP) adelantó a su coterráneo IBM como mayor empresa tecnológica del mundo, ahora es Samsung la que arrebata esa primera posición.
El grupo con sede en Suwon (Corea del Sur) anunció ayer que, en el ejercicio 2009, su beneficio neto aumentó un 75% y que sus ventas ascendieron hasta los 136,29 billones de wones (84.468 millones de euros). Con esta facturación, Samsung aventaja en 2.342 millones de euros a HP, que cerró el ejercicio el pasado 31 de octubre; en 7.817 millones a la alemana Siemens y en otros 16.084 millones al blue chip IBM (ver gráfico).
La nueva foto del mercado revela las divergentes decisiones estratégicas que han tomado las compañías TIC en los últimos tiempos. Samsung, igual que LG, ha tomado un rumbo de producción en masa a precios competitivos, incidiendo mucho en el diseño, un márketing agresivo y un catálogo amplio de productos. "Samsung puede que no sea la primera en llevar novedades al mercado, pero es muy buena siguiendo tendencias que generan demanda", opinó la analista Carolina Milanesi, en referencia a su estrategia en móviles con pantalla táctil.
HP, por su parte, ha querido fortalecerse en las soluciones empresariales y en los servicios, sobre todo, tras la adquisición de la estadounidense EDS en 2008. Mientras, la firma mantiene su liderazgo en los sectores de ordenadores e impresoras personales.
Las previsiones de Samsung para este ejercicio apuntan a que mantendrá el reinado durante, al menos, otro año más. El grupo espera crecimientos en sus principales áreas de negocio: chips, pantallas planas LCD y teléfonos móviles. De cumplirse estas previsiones, la firma asiática facturará en torno a 127.000 millones de dólares (90.694,2 millones de euros) en 2010, frente a los 120.000 millones esperados por HP. El 94,74% de los analistas consultados por Bloomberg recomiendan adquirir acciones de la empresa, que ayer cotizaba a 784.000 wones por título.
Hoy, cuatro de cada diez teléfonos móviles que se venden en el mundo son producidos por Samsung, recortando la histórica ventaja de la finlandesa Nokia. Además, la compañía es líder mundial en la producción de pantallas planas LCD.
