Wu Xiaolong, el presidente de esta compañía con sede en Shenzhen (sur de China) señaló al diario El Mundo que su producto lleva seis meses en el mercado y que Apple no sólo replicó el diseño de su tableta con pantalla multitáctil, sino también "la funda y hasta el soporte del dispositivo". "Son idénticas", afirma.
"Nos estamos planteando emprender acciones legales, pero no podemos hacer mucho en Estados Unidos. Pero si Apple trae el iPad a China, no nos va a quedar más remedio que denunciarlos, porque sin duda alguna afectaría a nuestras ventas", señaló Wu Xiaolong en una entrevista telefónica con el periódico.
Los gurús tecnológicos fueron casi unánimes en augurar que el iPad de Apple podría dar un vuelco al mercado del entretenimiento ’online’ y replicar en el sector editorial la revolución que el iPod o el iPhone supusieron para el mercado musical.
Aunque los mercadillos de electrónica chinos suelen ofrecer cientos de productos ’shanzhai’, como se conocen popularmente a las copias baratas de marcas de renombre, el caso del P88 supone una vuelta de tuerca por el empeño de sus fabricantes en reclamar derechos de propiedad intelectual sobre lo que ya de por sí parece una copia.
Por un lado, su diseño se asemeja a una versión ampliada del iPhone o iTouch de Apple, aunque Wu señala que "no tienen nada que ver, porque son productos con una función completamente distinta". Pero también se adelantó más de medio año al iPad, según recuerda el empresario.
A pesar de las similitudes en el diseño, la pantalla única multitáctil del P88 tiene unas dimensiones y un peso algo superiores al producto de Apple. Las principales diferencias son los procesadores -que en el caso de iPad es de diseño propio- y la memoria: 160 GB de disco duro en la tableta china, mientras que la de Apple alcanza hasta 64 GB de memoria ’flash’.
Mientras el iPad funciona sobre un sistema operativo igual al del iPhone, el P88 usa Windows. Su batería sólo tiene una vida de hora y media sin estar enchufado a la corriente, frente a las 10 que prometen los creadores del iPad.
En la web de Shenzhen Great Loong Brother, el P88 se vende por 3.588 RMB (unos 525 dólares), un precio ligeramente superior al de la versión más simple del iPad (499 dólares). La página del fabricante chino promete un descuento cercano al 20% por pedidos superiores al millar de unidades.
"Me quedé sorpendido y muy enfadado hace dos días cuando ví las noticias de la presentación del iPad", explicó el presidente de Shenzhen Great Loong Brother, cuyo nombre en chino responde a HK Julong. "Sin duda alguna es nuestro diseño. Lo han robado, porque presentamos nuestro P88 a todo el mundo hace seis meses en IFA (la Feria Internacional de Electrónica de Berlín)", dijo Wu.
Las ventas del P88 no fueron malas, pero tampoco desbordaron a la compañía porque, según Wu, los primeros meses siempre son difíciles en el lanzamiento de un nuevo producto con características nuevas. "Pero si el iPad entra en el mercado chino, definitivamente nos va a hacer mucho daño", insiste.
El fabricante chino solicitó la patente por su tableta electrónica el pasado mes de mayo. Pero en el país asiático, según Wu, el proceso puede tardar cerca de un año, lo cual dificulta poder emprender acciones legales contra la multinacional estadounidense. "Tenemos que seguir la ley", explicó. "Pero si entran en el mercado chino, podríamos denunciarlos por plagio esta primavera".
No serían los únicos. El grupo japonés Fujitsu también estudia emprender medidas legales contra el fabricante californiano por el uso de la marca iPad en su último ordenador de tableta. En 2002, la empresa japonesa ya había utilizado ese nombre para uno de sus dispositivos. Télam |