EL BOLSÓN (AEB). Sigue sin aparecer Juan Manuel Ávila, el turista mendocino desaparecido el lunes pasado en las aguas del río Azul mientras hacía una excursión por la montaña.

Los buzos de Prefectura afectados al operativo se replegaron ayer a Bariloche y recién retomarán las tareas el sábado, siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan.

Durante la jornada del jueves el rastrillaje se limitó al trabajo de varios brigadistas, bomberos voluntarios y policías que repasaron la zona del Cajón del Azul para tratar de encontrar alguna pista desde las orillas del caudaloso torrente.

Además, llovió durante la madrugada del jueves y los expertos mantenían la esperanza de que "la crecida remueva el lecho".

A medida que pasan las horas se diluyen las posibilidades de hallarlo "porque los recursos disponibles son escasos. Ni siquiera contamos con un helicóptero de apoyo y solamente llegar hasta el Cajón del Azul nos implica una caminata de cuatro horas", graficó uno de los baqueanos.

Una vez en el lugar, los hombres tienen que utilizar sogas y arneses para descolgarse de las paredes rocosas y poder observar los rápidos en forma exhaustiva, siempre con el riesgo de sufrir algún accidente.

En tanto, la familia del infortunado excursionista llegó desde Guaymallén, Mendoza, y el padre acompañó a los brigadistas hasta el sitio donde cayó el joven.

La madre y otros parientes permanecen alojados en una hostería céntrica asistidos por profesionales del hospital local y funcionarios de la Secretaría Municipal de Turismo.

Uno de los hermanos de Juan Manuel Ávila viajó desde Brasil, donde reside; en tanto otro que vive en Londres procuraba retornar hoy al país.