WASHINGTON (AP/DPA) _ El presidente Barack Obama se manifestó determinado a cambiar el tono de la política gubernamental, pero también apremió a los republicanos a "dejar de andarse por las márgenes´´ para que contribuyan a resolver los problemas del país y a sus propios legisladores para que asuman la responsabilidad de gobernar.

Los expertos destacan que Obama ha inaugurado esta etapa crítica de su presidencia cubriendo los mismos aspectos básicos que Bill Clinton abordó tras ser derrotado en las elecciones de medio periodo en 1994. En ese entonces, Clinton prometió reducir el tamaño del gobierno, mantener la economía en crecimiento y ayudar a la clase media.

El presidente parece haberse convencido de la necesidad de un golpe de timón ante su imparable baja de popularidad y el sorpresivo revés que la semana pasada infligieron los republicanos a los demócratas en los comicios en el estado de Massachusetts. La agenda de Obama sufrió un retroceso por la pérdida del escaño de Massachusetts, que acabó con la mayoría que tenían los demócratas en el Senado para frustrar obstrucciones republicanas

Básicamente, el jefe de estado aprovechó su discurso sobre el Estado de la Unión para admitir que ha fracasado en transmitir su solidaridad con los desfavorecidos en EE.UU. "El cambio no ha llegado lo suficientemente rápido (en el país)´´, expresó Obama.

El mensaje fue reforzado ayer. Al salir de una reunión pública en la ciudad de Tampa en Florida, Obama insistió en que los electores y los políticos necesitan "comenzar a verse primero como estadounidenses´´.

Obama y el vicepresidente Joe Biden viajaron a Florida a fin de anunciar varios proyectos con un monto de 8.000 millones de dólares en subvenciones federales para construir trenes de alta velocidad en el país, que forman parte de su plan para combinar el gasto en infraestructura con empleos.

Los electores independientes abandonaron a Obama debido a la desazón de los rescates financieros. Según una encuesta de la CNN, uno de cada dos electores considera que Obama ha prestado más atención a los problemas de los banqueros que a los de la clase media. Obama respondió ayer anunciando planes para canalizar a bancos comunitarios recursos por 30.000 millones de dólares procedentes de reembolsos hechos al gobierno por los banqueros de Wall Street.

El presidente se dirigió con énfasis hacia los republicanos y clamó por su cooperación. "Nuestro diálogo político en este país siempre ha sido desordenado y ruidoso´´, dijo Obama en Tampa. "Todos somos estadounidenses. Todos debemos esperar que los otros, incluso si disienten con nosotros, tienen las mejores intenciones´´, expresó.

Pero Obama también instó a los demócratas, nerviosos por los recientes reveses políticos, a seguir apoyando el proyecto para reformar el sistema de salud y otros de su gobierno. El mandatario aceptó la responsabilidad en parte por los problemas que enfrenta el plan en el Congreso, pero pidió a los legisladores que terminen la misión en vez de ceder a quienes rechazan el proyecto. Obama les recordó a sus partidarios que "todavía tenemos la mayoría más grande en décadas, y la población espera que les resolvamos algunos problemas, no que escapemos´´.