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La carne ya subió 30% y seguirá aumentando | ||
El kilo de asado, que costaba $17,50 en diciembre, ayer se vendía a 22,50. En el sector, culpan a la sequía y a las políticas nacionales. | ||
La sequía que afectó a las zonas ganaderas del país en los últimos meses tuvo un impacto directo en el bolsillo del consumidor final, que en poco más de un mes absorbió incrementos en los distintos cortes de carne que oscilan entre 25 y 30 por ciento. Lo más alarmante es que la carne seguirá en franco aumento, según reconocieron los empresarios por lo que no se descarta que en pocos meses el kilo de asado llegue a costar más de 30 pesos. Fueron aumentos escalonados. Algunos de 0,10, 0,25 ó 0,50 centavos pero sostenidos desde los primeros días de diciembre del año pasado, explica Oscar Samborain de la carnicería el Corte Argentino, de Roca. Básicamente la mayoría de los comerciantes, tanto de Río Negro como de Neuquén, argumentaron que la gran sequía que afecta a las zonas ganaderas, sumado a las políticas nacionales, derivaron en un impacto directo al consumidor. Samborain agregó que si se toma los primeros días de diciembre como punto de partida, a esa altura un kilo de asado con hueso costaba 17,50 y el mismo corte ya se encuentra en los 22,50. Para el gerente de La Anónima, Eduardo Del Prete, que cuenta con sucursales en las dos provincias, en ese mismo período los precios tuvieron variaciones (según los cortes) que van desde un 20 a un 30%. Agregó que en algunas ciudades ya se puede detectar una baja en el consumo de los clientes, como consecuencia de las fuertes alzas. "La diferencia ya se nota, por ejemplo con el pollo, por lo que la gente también busca alternativas a la hora de comprar", dijo. Uno de los empleados de una importante carnicería ubicada en cale Antártida Argentina al 1800, de Neuquén, aseguró que basta observar la cara de los clientes para saber el aumento de la carne. "Desde diciembre a la fecha se podría hablar de hasta más de un 30%", dijo. En San Carlos de Bariloche la situación resulta prácticamente similar y los índices también apuntan a alzas que superan el 25%. Al igual que otras veces los precios subieron para las fiestas de fin de año, pero luego la esperada baja no se produjo. La última semana el incremento se aceleró, al punto de que ya es usual encontrar cortes tradicionales como el asado con un precio de mostrador de 28 pesos y las milanesas de nalga a 25 pesos. Esa espiral ascendente sorprendió aun más porque los precios de la carne llevaban una estabilidad de casi tres años. Mario Barbagelata, de Frigorífico Río Negro, dijo que la tendencia es que los precios seguirán creciendo "al menos hasta que convenga más consumir pollo o cerdo". Explicó que las razones del ajuste hay que buscarlas en "la sequía que afectó a buena parte del país y provocó mucha mortandad de animales, y también en la política del gobierno, que no hizo nada para incentivar la producción, mientras la demanda se mantenía alta". Desde la cadena de carnicerías HG, Natalia Urra aseguró que el precio sube porque "no se consigue animal y por lo poco que hay los proveedores exigen plazos de pago muy cortos o directamente contado". En Viedma, el precio de abastecimiento de los principales cortes hace escapar de las carnicerías. Salvo las más conocidas y céntricas, el resto de los locales, se presentan despoblados y con precios muy oscilantes. Una pizarra marcó el kilogramo de lomo a 36 pesos, y la mayor abundancia está en los cortes deshuesados que entran del norte de la barrera sanitaria del río Colorado. Los consumidores pudieron certificar que el valor más bajo para ese corte se ubicó ayer en 22,50 pesos y algunos intermedios de 24 y 25 pesos, respectivamente. El kilo de asado tuvo los rangos de 20 y 22,60 pesos, la tapa de asado entre 20 y 22,50, mientras que la picada se encontró entre los 14 y 22 pesos. Algunas bocas de expendio pretendieron mostrar algunas previsiones publicando como oferta a la picada (a 15 pesos y por ser especial), y tratando de ir viendo el "día a día", de acuerdo a las necesidades de los clientes o el poder de compra de las reses. Entre los mismos intermediarios reconocen que las subas no tienen límite porque el precio de toda la cadena lo fija la escasez de hacienda, con stocks diezmados por la sequía, a lo que se agrega una virtual incidencia monopólica Calculan que entre comienzos de 2009 y diciembre hubo un movimiento generalizado de todos los cortes cercanos al ciento por ciento. Antes de las fiestas de fin de año se percibió un segundo corrimiento y hacia fin de enero se verificó el tercero, con un alza superior al 20 %. (AR-AB-AN-AV) | ||
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