BUENOS AIRES (ABA) . - Tras el traumático proceso en que se transformó la declaración de Martín Redrado ante la comisión bicameral, ayer se cerró este capítulo. Pero se abrió otro que ahora tiene como eje la estrategia del gobierno para lograr destrabar el pago de los 6.500 millones de deuda pública para este año.

Y en este sentido, según pudo averiguar "Río Negro", la intención de Cristina Kirchner y su entorno es abrir el debate del DNU respectivo en el Congreso apenas se abran las sesiones ordinarias. Y hasta es probable que convoque a extraordinarias en febrero para tratar el tema. (Ver aparte)

Esta opción tomó fuerza ayer a partir de que Redrado concluyó su declaración ante la comisión Bicameral que emitirá el dictamen -no vinculante- que Cristina necesita para deshacerse del funcionario.

Es la salida que logró conseguir el gobierno con los opositores a cambio de ceder y dejar que el caso Redrado sea tratado también en el cuerpo legislativo, como pedía la oposición.

En la comisión bicameral, los votos de Julio Cobos y de Alfonso Prat Gay, los miembros no oficialistas de la comisión bicameral, rechazarían que el decreto de necesidad y Urgencia (DNU) de Cristina Kirchner (que ordenó liberar reservas para gastos y pagar deuda) sea la vía para destituir a Martín Redrado de la presidencia del Banco Central.

Ello no quiere decir que se vayan a oponer a la remoción de Redrado, pero en ambos casos sin aceptar el mecanismo de dicho DNU. Prat Gay objetaría varios pasos dados por Redrado al frente de la máxima institución monetaria del país, aunque no justamente el negarse a que parte de las reservas del BCRA (unos 6500 millones de dólares) fueran a parar al Fondo del Bicentenario, lo que es la causa por la que el kirchnerismo lo quiere remover.

Además, como lo adelantó en la Comisión de Finanzas que preside, Prat Gay considera que la presidenta debe dictar otro decreto ya que el puesto bajo la lupa lo emitió sin estar entonces constituida la comisión.

En tanto, Cobos se encuentra ante un dilema que oscila entre dos extremos, según fuentes cercanas al vice.

Una posibilidad es que plantee que la continuidad de Redrado es insostenible, y a esta altura hasta inconveniente para la marcha de la economía argentina; pero a la vez se distanciaría sobre la herramienta elegida por el Ejecutivo para desplazar al titular del BCRA por lesionar la independencia de la institución.

La otra es que vote en contra de la destitución, generando una suerte de "impacto 126" (en alusión a su voto no positivo de la Resolución 125).

Cobos se está manejando con la más absoluta reserva, y sólo consulta sus pasos con el ex legislador Raúl Baglini y con la diputada nacional Laura Montero, entre otros.

Desde el radicalismo las señales que le llegan son concretas: No atarse a Redrado, pero rechazar el decreto presidencial. Parecido, en definitiva, a como estaría decidido a actuar.

Como olfateando cierto ingrediente político que ronda alrededor de los análisis que hacen los miembros de la comisión, Redrado ayer -tras declarar por más de tres horas- lanzó una breve apelación: "Espero que (los integrantes de la comisión) estén libres de presiones".

Por otra parte, a las 11 de hoy se volverá a reunir la comisión para intercambiar ideas. El oficialista Gustavo Marconatto adelantó que en esa instancia ya tendrá listo su informe, que se descuenta acompañará al decreto oficial. Según se supo, el martes es el día previsto para que se conozcan los tres dictámenes. Pero Prat Gay no está de acuerdo. "Nadie me impone los plazos, voy a revisar todos los elementos con rapidez pero también profundidad, para procesar la información se necesita tiempo".