El gobernador Miguel Saiz reiteró su pretensión de reformar la Constitución durante audiencias con sus funcionarios e intendentes fieles, aceptando que su suerte depende de la opinión de la Legislatura. "Marzo será decisivo", vaticinó ante sus interlocutores.
El mandatario concluirá hoy una semana de actividad caracterizada por reuniones con jefes comunales y funcionarios incondicionales. En su mayoría fueron contactos individuales, donde el mandatario escuchó el pensamiento de sus visitantes y, con mayor o menor énfasis, confirmó que insistirá en la "actualización" constitucional por encima de los riesgos políticos. No quedó en claro tampoco si actuará con firmeza para alcanzar ese objetivo o, en cambio, asumirá pasivamente el resultado espontáneo de las opiniones de la Legislatura. El recuento actual arroja un rechazo a la modificación constitucional.
En principio, el grupo gubernamental "Residencia" asumirá esa ofensiva y se reunirá mañana en Allen para sostener el escenario preliminar de debate.
El llamado se confirmó el último martes en una cena que congregó al secretario General, Francisco González, Víctor Medina, Aníbal Hernández y, entre otros, Armando Gentili. Se fijaron los puntos del debate y esbozaron un documento, que opinará también sobre la reforma política.Después, ese borrador tuvo el repaso de Saiz.
El gobernador regresó el lunes a Viedma de sus vacaciones y recibió ese día a la comitiva china interesada por las potencialidades rionegrinas. Fueron los únicos contactos foráneos de la semana. El resto fueron funcionarios incondicionales.
El miércoles y el jueves, recibió a los intendentes Juan Neyra (Belisle), Leonardo Ballester (Huergo), Hugo Cobarrubia (Dina Huapi) y Hugo Funes (Chimpay). Todos firmes defensores de la reformulación constitucional.
Existieron gacetillas oficiales, destacando el análisis de las obras de cada municipio. Ballester habló con el gobernador de "la fecha de inauguración del nuevo establecimiento secundario y la ampliación de redes de cloacas. Cobarrubia destacó que solicitó "un edificio" para ese flamante municipio y una pileta de natación cubierta.
Funes se retiró con promesas de acciones por la falta de viviendas en la localidad, problema que concluyó con "la ocupación de un predio del ferrocarril", evaluándose lotes sociales con aportes provinciales para las redes de luz y agua.
No existió mención oficial sobre la reforma constitucional. Pero los jefes comunales -como sus funcionarios- se fueron con renovado entusiasmo por la marcha reformista aunque mantengan los interrogantes sobre la actitud política que asumirá Saiz si persiste el automático rechazo de la bancada de legisladores oficialistas. Esta negativa es el primer escollo a la meta gubernamental. "Marzo será decisivo", reiteró. (AV)