SAN ANTONIO OESTE (ASA) - Los obreros de Camaronera profundizaron sus medidas ante la falta de respuestas a sus reclamos. Y cumplieron lo que habían anticipado: cortan el estratégico acceso a la villa turística y a esta ciudad.
No obstante se abrió un compás de espera que dilatará hasta el próximo martes la definición de la situación.
La historia, que se ha convertido en un complejo culebrón, ahora tiene como protagonistas excluyentes a funcionarios de rango nacional a los que se acudió para la obtención del crédito de 20.000.000 de pesos con los que el titular de la planta, Francisco Di Leva, pretende impulsar un nuevo proyecto pesquero que mantendría la actividad de la planta.
Ayer a última hora se decidió que el martes Guillermo Moreno, secretario de Comercio Interior de Nación, analice junto a funcionarios municipales, provinciales y el propio Di Leva la posibilidad de agilizar un mecanismo para que esa suma pueda ser entregada al empresario, aunque no se garantizó el éxito de ese encuentro.
Debido a esto los obreros decidieron continuar con el piquete en la intersección de las rutas 3 y 251, y el bloqueo ubicado a la altura del aeropuerto local, cortando cada una hora de manera completa el acceso vehicular.
La posibilidad de reunirse con Moreno surgió en el marco de un encuentro que se desarrolló ayer en Buenos Aires y mantuvo en vilo a los trabajadores.
De esa reunión, gestionada por el senador por el Miguel Pichetto con la ministra de la Producción Débora Giorgi, participaron el ministro de la Producción Juan Accatino y en representación del municipio de San Antonio el secretario de la Producción, Jorge Sánchez Pino.
"La ministra consideró el proyecto viable, pero gestionó a su vez la reunión con Moreno porque no está en su poder otorgar financiamiento. La premura que plantea Di Leva en obtener ese dinero la funda en que sin él no puede proyectar continuar con la actividad. Con la gente en la ruta en estado desesperante hay correr contra tiempos, pero la venia de Giorgi y la posibilidad de acceder a Moreno ya es un gran paso", manifestó Sánchez Pino.
Sin embargo nadie desconoce que el inconveniente mayor es la situación del empresario, que está signado por un pasado de incumplimientos financieros que no lo hacen confiable a la hora de la pretensión de acceder a créditos de esa envergadura.
"Nosotros no fuimos a acompañar al empresario, sino a abogar por las fuentes de trabajo de los 165 empleados", manifestó Sánchez Pino.
