NEUQUÉN (AN).- El gobernador Jorge Sapag viajará mañana a Buenos Aires para reunirse con el ministro de Trabajo de Nación, Carlos Tomada, y le pedirá que instrumente un programa de fiscalización y control en todos los yacimientos de hidrocarburos.

El anuncio se hizo luego de una reunión que Sapag mantuvo con el titular del sindicato de Petroleros Privados, Guillermo Pereyra, en la Residencia Oficial. La reunión se originó a partir de la muerte de dos trabajadores en el yacimiento Aguada Pichana.

Los petroleros concluyeron ayer a las 20 con un paro de 24 horas en demanda de seguridad laboral.

Al salir de la reunión con Sapag, Pereyra, reiteró que "hubo negligencia" en el accionar de la empresa que opera en el yacimiento donde murieron los trabajadores petroleros.

El titular del sindicato, junto a Manuel Arévalo (Jerárquicos) y la conducción de ambas organizaciones se reunió con Sapag y el ministro de Gobierno, Jorge Tobares, durante un encuentro donde el titular del Ejecutivo planteó "su hondo pesar" por el violento final de la vida de Sergio Vázquez y Gustavo Fernández, ambos de 38 años, quienes fueron golpeados por un caño en el yacimiento de Aguada Pichana, operado por Total Austral, mediante una contratista, Geo Service.

Luego del encuentro, desarrollado en la residencia de la Costa, Pereyra señaló que hoy viajará a Buenos Aires para reclamar a la cámara que nuclea a las empresas productoras, que "dejen de retacear fondos para la seguridad de los trabajadores".

En principio, también se articularían tareas de controlo con el área de Trabajo de la provincia y Nación, para lograr optimizar las condiciones en que se desempeñan los obreros del sector.

"Hubo negligencia: el informe que le presenté al gobernador da cuenta de que en esos caños no estaban las condiciones de seguridad para realizar los trabajos. Ni tampoco, como indica el protocolo de tareas, había personal de seguridad de la empresa para los controles pertinentes", dijo el dirigente sindical.

El accidente se produjo en un yacimiento ubicado a unos 70 kilómetros de Añelo. Los empleados hacían una maniobra de venteo de un pozo cuando se desprendió un caño tubing de perforación, de tres pulgadas: golpeó a uno de ellos en la cabeza y a otro en el pecho. Afirmó que el recorte presupuestario que impulsan las firmas "no puede tener como variable la vida" de los operarios petroleros.