Desde el rosa champaña al amarillo pálido, pasando por los duraznos y el verde almendra: la casa Chanel, de la mano de su director artístico Karl Lagerfeld, presentó el martes una deliciosa colección en tonos pasteles, en el segundo día de las desfiles de alta costura parisinos.

Vestidos cortos y estrechos, salpicados de brocados o de organzas que se abrían como flores, en tonos blanco, lila o rosa pálido: la colección de Lagerfeld, una de las leyendas de la moda, respondió a las grandes expectativas de su colección para la primavera verano 2010.

La pasarela del diseñador alemán --siempre uno de los momentos más esperados de las exclusivas pasarelas de alta costura-- ofreció también los tradicionales trajes de la casa Chanel, pero con variaciones, proponiendo shorts en vez de faldas.

 Ofreció además vestidos en sedas fluidas, bordados con pedrería o con brocados de flores plateadas, brillantes.

Propuso también pantalones bermudas, amplios, en colores amarillo pálido, y vestidos muy femeninos, en tonos celestes cielo, así como un espléndido vestido de noche en seda blanca, drapeado, que provocó la admiración del público, donde no faltaron celebridades como la modelo Claudia Schiffer y la actriz Charlotte Gainsbourg.

 Las modelos de Lagerfeld calzaron botines con perlas incrustadas y zapatos de altas plataformas, futuristas.

Los desfiles de alta costura --organizados por la Cámara Sindical de Alta Costura, el organismo que establece los estrictos criterios para el título "casa de costura"-- continúan el miércoles con la presentación de la colección de Jean Paul Gaultier, otra genio de la moda.

Además, entre el domingo y el jueves, último día de estos desfiles, se celebran presentaciones de casas de diseño más pequeñas, en una manifestación que se llama "off", donde las creaciones propuestas acatan algunos de los exigentes criterios de la alta costura, pero no todos.

Algunas de las creaciones de las casa de alta costura, como Chanel, pueden tomar entre 500 a 1.500 horas de trabajo, y cientos de metros de exquisitos tules o sedas, lo que vuelve sus precios prohibitivos, salvo para un centenar de clientes en el planeta, entre las que se cuentan princesas, esposas de multimillonarios o de jeques de Arabia Saudita.

En cambio, las creaciones de los diseñadores que presentan su colección en la sección paralela son caras, pero bastante más asequibles. DPA