SAN ANTONIO OESTE (ASA) Los empleados de "Camaronera" percibieron ayer la primera quincena de enero, luego de que el lunes protagonizaran una serie de piquetes debido al retraso registrado en su pago, que según el acta firmada en un cónclave mantenido en Viedma hubiera tenido que efectuarse el lunes mismo.

Sin embargo el clima que reina entre los 140 trabajadores nucleados en el Sindicato de Industrias de la Alimentación (STIA) es de suma tensión, ya que dudan del contenido del nuevo proyecto pesquero en cuyo marco el empresario Francisco Di Leva pretende seguir adelante con la actividad de la empresa.

Pese a que un escaso número de obreros optó por cortar la relación laboral con la firma apostando por el retiro voluntario, la gran mayoría que decidió no interrumpir esa relación de dependencia laboral se pregunta que pasará con ellos debido a que, por la información extraoficial que manejan, la nueva iniciativa de Di Leva plantea la necesidad de una mano de obra significativamente menor a la actual para llevar adelante la faena que se desarrollará en la planta.

"El proyecto de Di Leva, que inicialmente recibimos en borrador, está fundado en sumarle valor agregado a la producción, con nuevas presentaciones y productos que buscarán captar mercados más exigentes, y es real que la cantidad de obreros que prevé no es masiva, debido a la inclusión de maquinaria específica" expresó el secretario de la producción, Daniel Lavayén.

En este sentido, el funcionario no aventuró la cifra real de final de obreros que prevé el proyecto presentado asegurando que "la firma tiene que completar documentación y está todo en una instancia de negociación".