¿Es todo ello suficiente garantía de conductas honorables, probidad, decoro, honestidad intelectual, solvencia moral e imparcialidad en la administración de justicia?

¿Pueden los integrantes del Superior Tribunal de Justicia de Río Negro exhibir esas calidades y virtudes como paradigma ante el soberano?

Yo diría que no. Ello, en función de sus comportamientos, actitudes y fallos observados puntualmente durante la actual gestión del gobierno provincial, amén de haber sido cuestionados y condenados rigurosamente por distintos medios, ciudadanos e, incluso, la defensora del Pueblo -quien padeció trabas y obstáculos para avanzar en sus investigaciones-, a lo que cabe agregar las gravísimas acusaciones y cargos formulados por el intendente de Roca a fines de diciembre del año pasado.

No obstante, cabría concederles benévolamente el derecho de defensa, ya que en su beneficio cabe suponer que estarán disfrutando del descanso que les brinda la feria judicial, y aguardar un lapso mínimo, prudencial, de quince días -a partir del reintegro a sus actividades- para que puedan efectuar sus descargos y, eventualmente, recomponer imagen, prestigio predicamento y credibilidad por parte de la ciudadanía.

De lo contrario, el silencio los sentenciará: "El que calla otorga".

Sonia Marta Cippitelli

DNI 3.682.042

Las Grutas