Miércoles 27 de Enero de 2010 Edicion impresa pag. 7 > Regionales
"El que está tenso con el INAI soy yo", dijo el gobernador

NEUQUÉN (AN).- Para el gobernador Jorge Sapag, el conflicto por tierras en el cerro Belvedere entre mapuches y un privado norteamericano, "es simple". "La Justicia dio una orden a la policía, que actúa como auxiliar, de desalojar tierras que tienen escrituras de dominio", señaló el gobernador, que respaldó el accionar de las fuerzas de seguridad y que, afirmó, está a la espera de lo que indique, tras una serie de presentaciones judiciales de las partes, la resolución final.

Desestimó las acusaciones que realizaron funcionarios del gobierno nacional y de organismos de derechos humanos que el sábado visitaron el lugar, sobre amenazas y actitudes intimidatorios de la policía. Y si bien aclaró que "es absolutamente imprescindible" que la provincia participe en el relevamiento de tierras que pretende realizar el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), reiteró que el malestar con las decisiones tomadas por los funcionarios nacionales del organismo persiste. "El que está tenso con el INAI soy yo, no el INAI conmigo", sostuvo.

"Vinieron a avasallar la autonomía provincial al pretender firmar un convenio de relevamiento sin la participación de la provincia. Pero el que está ofendido soy yo", señaló Sapag, que de todos modos remarcó que el diálogo se mantiene. "Vamos a estudiar distintas alternativas. Pero la presencia de la provincia de Neuquén, por la ley 26.160, es absolutamente imprescindible en el relevamiento", estimó.

Sapag cargó contra la denuncia pública de los delegados en Neuquén del INADI, Gustavo García, y de la secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Beatriz Gentile, junto a autoridades de la Confederación Mapuche y el observatorio de los Derechos Humanos que desde hace pocos meses funciona en Neuquén.

"Las acusaciones sobre persecución policial son absolutamente infundadas", dijo Sapag, que negó actitudes represivas de parte de la policía y que, por el contrario, las adjudicó a "unos 15 encapuchados" que "han agredido a pobladores que también necesitan el amparo de sus derechos". Negó en forma terminante que la policía hubiera "martillado" sus armas contra los funcionarios, como se denunció. "Sería una ingenuidad pensarlo", dijo el gobernador, que afirmó que los funcionarios de Nación "merecen tanto respeto como merecemos los gobernantes de la provincia de parte esos funcionarios".

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