Imagínese si a usted lo echan de su trabajo porque sacó una hoja de la
impresora para anotar algo en particular o porque simplemente se equivocó y en vez de imprimir una copia hizo dos.
Bueno, algo similar ocurrió en Holanda pero en otro ámbito de trabajo. A un empleado de una sucursal de Mc Donald’s, en Leewarden, al Norte del país, lo despidieron porque se tomó el “atrevimiento” de venderle una hamburguesa a un amigo que lo fue a visitar pero con una feta de queso de más…
El empleado hizo lo que cualquiera de ustedes hubiese hecho: recurrió a la Justicia. Y le salió bien, porque le ganó el juicio a la cadena de comidas rápidas. “Se trata sólo de una feta de queso”, escribieron los jueces en un comunicado, explicando que una simple advertencia habría sido suficiente.
Los jefes holandeses de la cadena McDonalds justificaron el despido del joven diciendo que éste infringió una de las primeras reglas, la prohibición absoluta para los trabajadores de favorecer de algún modo a familiares o amigos… A pesar de que lo “favoreció” agregando una simple feta de queso.
Ahora la empresa de comidas rápidas no sólo deberá volver a contratar al empleado despedido, sino que también tendrá que pagarle cinco meses de sueldo atrasados, más todos los gastos legales que tuvo en el juicio.