El egipcio Mohamed Zidan puso al rojo vivo el duelo de los "eternos rivales" a dos días de que Egipto y Argelia se vean las caras en las semifinales de la Copa África de fútbol. "Es un partido a vida o muerte, será como una guerra", exageró el delantero del Borussia Dortmund.
Los argelinos, en cambio, intentan quitar explosividad al duelo de mañana, en Benguela (Angola). "Es deporte y nada más", dijo el DT, Rabah Saadane.
En noviembre hubo graves incidentes en los partidos clasificatorios al Mundial. Los egipcios ganaron por 2-0 en El Cairo y fueron al desempate con sus vecinos. En el viaje del aeropuerto al hotel, cuatro jugadores argelinos resultaron heridos por las piedras lanzadas por los hinchas rivales. Después de que cuatro días más tarde los argelinos logren el pase a Sudáfrica, al triunfar por 1-0 en el terreno neutral de Sudán, se incrementaron los desórdenes: simpatizantes de Argelia hirieron en Jartum a 21 egipcios.
Ante esta situación, se impone que la organización tome todos los recaudos.