ALLEN (AA).- Una serie de malas decisiones y errores técnicos, le quitaron a la histórica plaza San Martín, el aspecto verde y fresco que supo tener hace algunos años atrás. Es que para regar el lugar se construyó un acueducto que nunca funcionó pese a que sobre la obra trabajaron dos gestiones municipales. Mientras tanto, la plaza se riega con camiones cisternas contratados y el agua que recibe pareciera ser insuficiente porque el espacio está cada vez en peores condiciones.
La historia del riego de la plaza da cuenta de una suma de equivocaciones que, y hasta el momento, nadie se ha hecho cargo.
Todo comenzó cuando durante la gestión del ex intendente Carlos Sánchez se anuló el viejo acueducto que llevaba agua hacia la plaza y que corría por la calle Juan B. Justo. En esa oportunidad y para justificar la clausura se argumentó que el conducto presentaba importantes pérdidas.
Después, y para volver a regar el lugar se perforó el suelo de la plaza con el objetivo extraer agua. Y así fue, se logró hallar agua y el riego se restableció. Pero con el paso de los meses el césped y los árboles empezaron a secarse rápidamente. Una capa blanca cubrió como un manto todo el suelo. Finalmente y ante el reclamo de algunos vecinos se conoció que la perforación no servía para regar porque el agua contenía un alto nivel de salinidad.
Luego, y en el período final del gobierno de Sánchez, se comenzó a construir un nuevo acueducto, pero esta vez sobre la calle Sarmiento. El conducto, que tiene unos 200 m de extensión, no funcionó jamás pese a que fue continuado y modificado en varias oportunidades por la actual gestión del intendente Graciano Bracalente. Se cambiaron tramos de la cañería del ducto y hasta se enterró un tanque en la plaza para poder bombear el agua desde la toma y así almacenarla.
Ya pasaron varios años, el inconveniente del riego persiste en la San Martín y lo único que quedó a la vista fue la improvisación con la que se actuó, derrochando recursos municipales en obras que no dieron resultado.