TEGUCIGALPA (AP) _ El presidente electo de Honduras, Porfirio Lobo, confía en que una vez que asuma el cargo, los estados que aún no reconocen a su país normalizarán las relaciones diplomáticas rotas tras el golpe de estado del 28 de junio de 2009.
"Con Estados Unidos, a partir de mañana todo se normaliza... oficialmente me lo van a comunicar una vez sea presidente´´, dijo ayer en rueda de prensa.
No hubo una respuesta de inmediato de parte de la embajada estadounidense en Tegucigalpa.
Lobo dijo que lo mismo pasará con los organismos financieros internacionales, de los que Honduras dependerá para hacer frente a la crisis financiera que afrontará luego de seis meses de aislamiento internacional y una errática gestión de las finanzas públicas del gobierno anteriores. "Hasta cartas tengo de parte del Banco Mundial y todo´´, dijo.
Los presidentes de Taiwán, República Dominicana y Panamá han confirmado su participación en la toma de posesión mientras que otros países estarán representados por los diplomáticos acreditados.
Absuelven a militares
El presidente de la Corte Suprema de Justicia de Honduras, Jorge Rivera, declaró ayer la inocencia de la cúpula militar que expulsó del país al ex presidente constitucional Manuel Zelaya luego de derrocarlo.
La decisión fue adoptada por la Corte respecto al cargo presentado por la Fiscalía hondureña, que había pedido la destitución de los generales hondureños y su encarcelamiento por haber expatriado a Zelaya el 28 de junio de 2009, cuando ocurrió el golpe de Estado, en lugar de presentarlo detenido. La decisión de destituir a Zelaya no fue juzgada, ya que fue ordenada por la misma Corte Suprema, debido, supuestamente, a la consulta que promovió el mandatario derrocado para convocar a una asamblea constituyente. Rivera fue seleccionado por los restantes 14 magistrados del pleno de la Corte para que actuara como juez natural en el caso, tras la acusación de los fiscales para enjuiciar al máximo jefe militar, general Romeo Vásquez Velásquez, y otros militares.