| Martes 26 de Enero de 2010 | > Cultura y Espectaculos |
Bajo un cielo nublado y lluvia, los hombres y mujeres _algunos con zapatillas y otros descalzos_, están listos para una audición abierta en el lugar llamado Centro de Escena con igual sueño: participar durante la entrega de los Premios de la Academia.
La número 149, April Thomas, trajo a su bebé Kerrick de nueve meses bien arropado en un cochecito. La número 37, Leah Adler, hace ejercicios de estiramiento y calentamiento mientras espera afuera bajo la lluvia.
La número 26, llamada Malaya, se mantiene inactiva en medio de numerosos de sus colegas. Frente a un salón sin letrero permanece sentado el productor de los Premios de la Academia y coreógrafo Adam Shankman, quien irrumpió hace 20 años como gran bailarín del Oscar.Flanqueado por algunos de los principales coreógrafos del sector, Shankman presidirá la audición del viernes.
``Pondré un poco de música suave para que podamos hablar sobre ustedes desde sus espaldas'', dijo al grupo de aspirantes mientras exhibía una sonrisa cálida. Después separa a los bailarines por género, los alínea y les pide que ejecuten un par de movimientos de ballet: una pirueta doble y un arabesco, que toma algunos segundos.En un instante, poco más de la mitad de los aspirantes son eliminados. Los bailarines 26, 37 y 149 pasan la primera ronda.
``Amo la danza y los Premios de la Academia, no se puede conseguir nada mejor que eso'', dijo Thomas, la número 149, mientras acurruca a su bebé. Adler, el número 37, dijo que ``en verdad, sólo deseo ensayar y estar en el gran escenario''. Adler pertenecía a una compañía de danza en Nueva York antes de reacomodarse en la costa oeste. ``Todo mundo quiere alcanzar esa gran actuación con ese gran coreógrafo'', agregó. Shankman figura entre los más prominentes coreógrafos en la actualidad. Fue director y coreógrafo de la cinta ``Hairspray'' del 2007 y ha sido juez en el programa televisivo ``So You think You Can Dance'' (Así que crees que puedes bailar). Shankman tiene en su haber más de tres docenas de créditos de coreografía desde 1992 y en parte han sido sus hazañas las que le dieron la produccián del gran espectáculo del Oscar.