El gobierno aceptó la renuncia como juez de Horacio Alfredo Isaurralde, uno de los magistrados que condenó al sacerdote Christian Von Wernich y al ex jefe de la bonaerense durante la dictadura Miguel Etchecolatz a reclusión perpetua por delitos de lesa humanidad.

Isaurralde, de 74 años, protagonizaba una sorda interna con sus colegas del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 de La Plata desde que en setiembre del año pasado uno de ellos, Carlos Rozanski, denunciara ante el Consejo de la Magistratura el "deterioro psicofísico" en el que habría caído su colega ahora renunciante.

Según Rozanski, las circunstancias de los juicios por violaciones a los derechos humanos habían causado a Isaurralde "marcas, indelebles en el cuerpo y la mente del querido colega".

Hoy, mediante la publicación en el Boletín Oficial del Decreto 96/2010, firmado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y el ministro de Justicia, Julio Alak, el Gobierno aceptó la renuncia de Isaurralde a partir del 1º de febrero próximo, sin mencionar las razones de la dimisión.

Isaurralde, Rozansky y Norberto Lorenzo integran el tribunal que, además de las causas por la represión de Estado durante la dictadura en la provincia de Buenos Aires, llevó adelante los juicios por los homicidios de Diego Peralta, secuestrado en 2002 y aparecido muerto en Ezpeleta, y Santiago Miralles, secuestrado y asesinado en 2005.

"Luego de esos juicios fue posible percibir un creciente deterioro psicológico en el colega. A esa fecha, aún se hallaba integrando el Tribunal como juez subrogante, Norberto Lorenzo, colega y amigo de ambos. Fue él quien, advirtiendo, junto al suscripto el avance del deterioro, le sugirió que aprovechara la jubilación que ya había tramitado, y comenzara un período de descanso y menor sujeción a situaciones de alto stress", explicó Rozanski en su presentación del año pasado ante el Consejo de la Magistratura.

El tribunal tiene en agenda, en fecha aún por determinar –que podría demorarse a raíz de la renuncia de Isaurralde- el juicio contra 14 agentes penitenciarios por cinco homicidios, un caso de tortura seguida de muerte y más de 70 casos de tortura y privaciones ilegales de la libertad ocurridos entre 1976 y 1979.

A partir de la renuncia de Isaurralde, el tribunal quedó con sólo dos jueces titulares: Rozanski y Pablo Bertuzzi, ex secretario letrado de un juzgado federal porteño.

DyN