BARILOCHE (AB).- El municipio lanzará el mes próximo las primeras licitaciones para puestos de venta ambulante y realizará sorteos públicos para asignar habilitaciones de venta "móvil".

Así lo anunció ayer el secretario de Gobierno, Jorge Franchini, quien ratificó el propósito de encuadrar la actividad en la normativa vigente y terminar con la situación actual, caracterizada por la falta de controles y la proliferación de vendedores que no cumplen regla alguna.

Franchini dijo que los pliegos para licitar los espacios fijos "estarán listos a mediados de febrero".

Dijo que esas compulsas "no estarán regidas por un criterio económico". Si bien los prestadores deberán pagar un canon al municipio, el mayor puntaje no dependerá de la oferta dineraria sino de otros puntos como los antecedentes en la actividad, la inscripción en registros anteriores y el tiempo de residencia en Bariloche, que no podrá ser menor a 4 años, además deberán tener "monotributo".

Los interesados deberán trabajar en su propio emprendimiento (sin empleados) y demostrar que la venta ambulante es su medio único de vida.

La ordenanza está vigente desde hace casi tres años pero nunca fue aplicada. Recién hace 20 días el intendente Marcelo Cascón la reglamentó por resolución y aceleró los pasos.

La jefa de Inspección General, Gabriela Costa, dijo que los actuales vendedores "ya fueron notificados" sobre las nuevas condiciones que regirán en breve y anticipó que esta semana comenzarán a levantar infracciones y a decomisar mercadería a quienes no se ajusten a la norma.

"La idea no es generar situaciones de choque -dijo Costa-. Por eso son importantes los avisos previos y también el acompañamiento policial en los operativos de control". Cuando esté en plena vigencia, el nuevo régimen debería cambiar el mapa actual de la venta ambulante.

Los productos no comestibles, por ejemplo, sólo podrán ser comercializados en el Alto de la ciudad: desde 25 de Mayo hacia el Sur. Hoy es común ver ofertas de todo tipo en la calle Mitre, en la Costanera y las primeras cuadras de Onelli, que estarán reservadas a los productos alimenticios. De todos modos, la reglamentación delimita zonas y fija un número acotado de habilitaciones para cada una. De modo que muchos vendedores actuales quedarán excluidos.

Otro de los temas que anticipa una segura polémica es el horario de funcionamiento. En el microcentro la venta de alimentos en puestos fijos sólo estará permitida de madrugada, entre las 0:30 y las 7, asociada a las discotecas y locales nocturnos.

Hoy abundan en esa zona los puestos de choripanes y hamburguesas que trabajan todo el día, entre ellos la parrilla que montó hace años en Moreno y Morales un irascible vendedor que resistió cada una de las actuaciones municipales. Costa confirmó que ese lugar será licitado y sólo podrá trabajar de noche.

Los vendedores también deberán cumplir estrictas normas bromatológicas, asegurar la cadena de frío de sus productos y tener a disposición las facturas de compra de cada insumo. Estarán obligados a trabajar con guantes descartables, uniforme y credencial a la vista. Habrá también estrictas normas para la instalación de cocinas y garrafas en la vía pública, así como para la recolección de grasas y la disposición de residuos.